"Pese a las distintas medidas adoptadas por el Estado para brindar protección a las personas discapacitadas, pareciera ser que esas medidas jamás le llegaron a la directora Delia Melgarejo", señaló Luz Acosta, mamá de dos niños mellizos con autismo, quienes desde el inicio del actual período lectivo sufren discriminación por parte del personal directivo de la Escuela de Frontera Nº 1 "General Manuel Belgrano" de la ciudad fronteriza de La Quiaca.
inicia sesión o regístrate.
"Pese a las distintas medidas adoptadas por el Estado para brindar protección a las personas discapacitadas, pareciera ser que esas medidas jamás le llegaron a la directora Delia Melgarejo", señaló Luz Acosta, mamá de dos niños mellizos con autismo, quienes desde el inicio del actual período lectivo sufren discriminación por parte del personal directivo de la Escuela de Frontera Nº 1 "General Manuel Belgrano" de la ciudad fronteriza de La Quiaca.
Madres de niños con autismo pidieron que sus hijos no sean discriminados por los docentes de diferentes escuelas de Jujuy.
En breve reseña la afligida madre relató que los niños concurren al mencionado establecimiento desde primer grado, uno de ellos al "A" y su hermano al "C", no habiendo tenido problemas jamás gracias a la docente Mimi Tintilay, que puso todo su empeño en la enseñanza y contención de quien concurría a su división.
"Debemos resaltar que esta 'seño' se informó, estudió y se capacitó para poder atender a mi hijo, a quien le brindaba contenido adaptados; lo incluyó permanentemente en todas las actividades desarrolladas en el aula y en los diferentes actos que se concretaban en la escuela, especialmente porque su alumno, a diferencia de su hermano, se integró mucho más rápidamente con sus compañeros", acotando Luz Acosta que "lamentablemente para nosotros la "seño" Mimi se jubiló y a partir de este año, mi hijo comenzó a sufrir por parte de la directora claras muestras de "diferencias" con sus otros compañeros".
"Mi otro hijo que concurre a la división 'C' sufrió, al igual que sus compañeros muchos retrasos porque lamentablemente la docente titular faltaba y había diferentes reemplazos, razón por la cual nosotros nos hicimos cargo de la enseñanza de este niño, ya que en ambos casos la maestra de apoyo de la Escuela Especial Nº 14 no cumplía con sus funciones", agregó muy angustiada Luz Acosta, quien debió se contenida por su madre Julia Elena Jerez.
"Es tanta la animosidad que existe en contra de mis hijos que incluso hicieron desaparecer el legajo del alumno de la 'seño' Mimi, quien se retiró con un excelente concepto por haber cumplido siempre con sus obligaciones como indica el Ministerio de Educación", manifestó la denunciante.
Pese a la denuncia realizada al Inadi y las reuniones mantenidas con la supervisora zonal y de Región, la señora Luz Acosta afirmó que "la situación es muy grave, porque no tenemos contención de nadie en La Quiaca, mis hijos son marginados y relegados en todo, a punto tal que le quitaron la posibilidad de concurrir durante todo el día, ya que es una escuela de jornada completa, reduciéndoles el horario a una hora y media por día y tres veces a la semana, de 9.30 a 11", remarcó la mujer.
"Las dos directivas del Ministerio de Educación me dijeron que primero acate las disposiciones de la directora y de esa manera estaría haciendo respetar el derecho de mis hijos, una respuestas inadmisible, sin sensibilidad", consideró Acosta que solo pide por la inclusión de sus hijos.
Luz Acosta, con voz entrecortada y muy abatida, señaló que "gracias a Dios con mi esposo, el padre de los mellizos, podemos darles de comer, pero esta gente no sabe el daño que le provocaron, poder adaptarlos nos costó cerca de dos años y lo logramos gracias a la generosidad y la persona de bien de la señora Mimí Tintilay. A los niños con autismo todo le cuesta muchísimo, como consecuencia del mal trato y de la exclusión que sufrieron graves "crisis" de las cuales aún no se logran recuperar", agregó.
"Tanto mi marido como yo estamos permanentemente atentos a nuestros hijos, por esa razón no entendemos este maltrato que están sufriendo por parte de gente que debiera contenerlos y darle buena atención, no solo porque padecen una discapacidad sino también porque son seres humanos en proceso de formación y no solo mis hijos todos los niños que concurren a ese establecimiento", recalcó Luz Acosta.
Aclaró que "concurrimos al Servicio de Acompañamiento Escolar donde nos recibió el asistente social José Rivero, quien no solo no defendió a los niños sino que realizó una reunión donde participó mi esposo, la directora y a la que no me dejaron asistir, obligando al padre de mis hijos 'a firmar el acta o sino sería denunciado por abandono de persona', cuando nosotros vivimos en función de nuestros hijos", acotando que "de manera permanente nos dicen que debemos cambiar de escuela a nuestros hijos, sin medir los daños, el dolor y las frustraciones que le provocan a dos chicos de 10 años".
Un extraño episodio
"Lo peor ocurrió cuando de manera sospechosa apareció un cuchillo en manos de uno de mis hijos, quien comenzó a jugar con ese peligroso elemento, el que le fue entregado por mi hijo y sin ejercer violencia de manera natural, pacíficamente, a una de sus compañeras, mientras que las docentes con la directora a la cabeza tildaron a mi hijo poco menos de asesino serial. Ahora ¿cómo es posible que haya aparecido ese cuchillo en el comedor cuando todos comen con cucharas?", se preguntó Luz Acosta
"Este hecho es de una gravedad inusitada", afirmó la madre. "Nadie vio el cuchillo, quien lo dejó cerca de mi hijo, qué motivaciones existieron para que ello ocurra, cómo es posible que los niños contradigan a los docentes, qué clase de ejemplo brindan si los grandes mienten y prácticamente con esa actitud los obligan a mentir a los niños. Todas estas son preguntas a las cuales no le encuentro una respuesta ni me la dieron tampoco, todo fue orquestado para perjudicar a un niño, que terminaron echando como algo desechable", indicó.
Actitudes que se repiten
En la mañana de ayer Luz Acosta junto a su mamá Julia Jerez en Plaza Belgrano de esta ciudad capital, se reunió con Claudia Cisterna de Libertador General San Martín, madre de mellizos, quien afirmó que "esta situación se repite en escuelas de toda la provincia. No es justo que nuestros hijos tengan que rodar de una escuela a otra y a otra, es necesario que se respete los derechos de los niños con autismo", apuntó.
Por su parte Rosario Zárate, de la ciudad de Palpalá y mamá de un niño con autismo, afirmó que "estamos aquí para brindar el apoyo a todos los padres que sufren frente a la discriminación de sus hijos por parte de docentes que no tienen vocación de servicio, no se sensibilizan frente al dolor, que de hecho no les interesa el prójimo. Nuestros niños tienen una sensibilidad especial, no pretendemos tratos extraordinarios solo que sean justos y humanos con nuestros niños", finalizó Zárate.