¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

20°
26 de Abril,  Jujuy, Argentina
PUBLICIDAD

“Se espera una economía con caída del salario real y gran desinversión”

Lunes, 27 de diciembre de 2021 01:01

El economista y consultor en finanzas Álvaro Pérez brindó una entrevista a El Tribuno de Jujuy, donde habló, entre otros temas, de la economía para el año 2022, qué se espera de la actividad, la inflación y el dólar. También se refirió al escenario regional.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

El economista y consultor en finanzas Álvaro Pérez brindó una entrevista a El Tribuno de Jujuy, donde habló, entre otros temas, de la economía para el año 2022, qué se espera de la actividad, la inflación y el dólar. También se refirió al escenario regional.

El especialista remarcó que hoy el país, en términos generales, no está invirtiendo, ni mejorando su capacidad productiva.

Dijo que la inflación también presiona el contexto económico, impidiendo tener una perspectiva a largo plazo.

También hizo hincapié en que la mitad de la economía argentina está en negro, por ende, a la persona que trabaja en el sistema no registrado se le va a complicar, porque no tiene la posibilidad de indexar sus ingresos rápidamente.

¿Qué perspectivas tiene en materia de economía para el año 2022?

Las perspectivas para el 2022 no son alentadoras como muchos quieren plantear. Una economía que viene con caída del salario real, una economía muy complicada, de una gran desinversión. El país, en términos generales, no solamente el Estado, sino también los agentes económicos no están hoy invirtiendo, mejorando su capacidad productiva. Está muy atado lo que es la importación de tecnología y de productos para que un país crezca.

En un país que tiene restringidas las importaciones, por la falta de dólares, seguramente vamos a ver resentido el crecimiento potencial que podríamos tener.

¿Cómo va a ser la situación laboral y económica de los trabajadores del sector formal e informal?

La mitad de la economía argentina está en negro. Entonces, a la persona que trabaja en el sistema no registrado se le va a complicar, porque no tiene la posibilidad de indexar sus ingresos rápidamente. El que hace changas, lo tiene que indexar en la medida que su cliente o su contratante le permita.

La mitad de la economía está muy complicada por eso, porque el contexto inflacionario hace que esa persona no pueda contar con su salario y por lo tanto pierda capacidad de consumo y de compra. Por el lado de los registrados, habrá una lucha, una puja importante en materia de ajustes salariales que van a estar seguramente por debajo de la inflación accesible y no la de índice.

En este punto hay que diferenciar el tipo de inflación, porque el sistema de Precios Cuidados, congelados o los ratios de control de precios, están armados sobre grandes urbes y seguramente, por ejemplo, en Perico los precios no son los mismos, en El Carmen o en San Pedro no están los productos de Precios Cuidados, están los productos de la canasta tradicional, que tiene datos de inflación muy por encima de los que componen el programa de Precios Cuidados.

Entonces, verdaderamente el contexto para el trabajador es complicado, porque estamos en este contexto de aceleración de inflación, que encima, está contenida artificialmente. Es como una olla a presión, porque no vimos todavía lo peor de la inflación.

¿Con qué escenario se encontrará la región NOA?

Ahí soy un poco más optimista para nuestra región. Creo que el litio, la minera y el turismo interno pueden tener una mejor dinámica que teníamos años anteriores.

Pero habrá que ver cuál es la dinámica y el crecimiento del agro, que puede estar complicado por un atraso del tipo de cambio.

Hay que tener en cuenta que el dólar del agro, de la soja, está alrededor de $66. Y los costos siempre van empujando hacia arriba. Todavía hay dudas de lo que vaya a pasar con el agro, porque aparte tenemos que ver qué pasa en el mundo con los precios de los commodities.

Entonces el agro, que ha sido una maravillosa certeza en el 2020 y 2021, seguramente en el 2022 no esté de la misma forma, pero compensará seguramente el turismo y el litio.

Lo que tenemos con el turismo es que como no hay fomento a la inversión, porque Argentina tiene un diagnóstico errado de hace años que es aumentar y desarrollar el consumo.

El consumo está bueno, en la medida que haya inversión y bienes disponibles. Porque sino lo único que hace el consumo es presionar la inflación al alza.

Servicios en 2021 y la inflación

El año que inicia comenzarán a descongelarse los valores de algunos servicios. ¿Qué sucederá y de qué manera impactará en el bolsillo las personas? Esa es la inflación de la olla a presión, bajo la alfombra. Esa inflación genera una puja distributiva muy complicada, porque todos sabemos que el dólar está atrasado, que los combustibles están atrasados, que las tarifas están atrasadas. Ahora, ¿qué va a pasar cuando eso se libere?

Habrá que ver cómo reacciona la sociedad que parece tener un acuerdo social. Es decir, en donde a pesar de que pasen cosas que nos afecten a todos, los representantes políticos no reaccionan. Hoy el país tiene un consenso de bancarse un 42% de pobres.

O en el caso de las comunidades aborígenes son el 100% de pobres. En el interior no es ese dato macronacional 42%, cuando vamos a los pueblos más chicos, como Ledesma o San Pedro, seguramente la pobreza es mucho mayor que esa. Tenemos una Argentina que va a sufrir los retrasos de un mal diagnóstico que está enfocado permanentemente en el consumo, en vez de estar enfocado en de‑ sarrollar la inversión privada.

Por último, ¿qué pronóstico hace en torno a la inflación para el próximo año?

La inflación también presiona el contexto económico, impidiendo tener una perspectiva a largo plazo. Si no hay perspectiva a largo plazo, es difícil que alguien se anime a tomar decisiones más arriesgadas, el riesgo siempre tiene que ver con la inversión. Entonces para el año que viene, los ratios de crecimiento seguramente van a estar por debajo del 2%, cosa que ya empezamos a ver. Hasta el mes de noviembre vemos una economía que ha crecido fuertemente, que rebotaba, volvía a niveles anteriores prepandemia. Pero el país, desde el 2011 que no registra un crecimiento sostenido, de hecho, somos unos de los países de Latino‑ américa que menos ha crecido en los últimos 35 años.