Esta semana en conmemoración del 39º aniversario del comienzo de la Guerra de Malvinas, se estrena "Nosotras también estuvimos", documental dirigido por Federico Strifezzo, que sigue a tres de las enfermeras que participaron del Conflicto del Atlántico Sur en el Hospital Reubicable de Comodoro Rivadavia.
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Esta semana en conmemoración del 39º aniversario del comienzo de la Guerra de Malvinas, se estrena "Nosotras también estuvimos", documental dirigido por Federico Strifezzo, que sigue a tres de las enfermeras que participaron del Conflicto del Atlántico Sur en el Hospital Reubicable de Comodoro Rivadavia.
Durante la guerra de Malvinas 649 soldados argentinos murieron y más de mil resultaron heridos. Muchos de ellos fueron atendidos por estas 14 enfermeras de la Fuerza Aérea en un hospital móvil. Después de años de silencio, tres de ellas, Alicia Reynoso, Stella Morales y Ana Masitto, volvieron al lugar a contar sus historias.
La propuesta cinematográfica busca poner en valor la tarea de estas mujeres quienes en 1982 eran enfermeras veinteañeras de la Fuerza Aérea y trabajaron atendiendo a los combatientes heridos en las islas. Y su labor prácticamente no se conoce. La prensa de aquellos años dio cuenta de ellas, pero como muestra el documental, las notas de prensa de la época hacían referencia a sus "sueños" de tener maridos, hijos y formar familias sin destacar su heroico mérito y hoy ni siquiera son reconocidas como veteranas de guerra.
El director Strifezzo se trasladó con estas valientes mujeres a Comodoro Rivadavia donde las protagonistas recorrieron los escenarios verdaderos de los hechos y donde "las enfermeras de la guerra" evocaron aquellos días aciagos colmados de sufrimiento y relataron cómo decidieron sepultar sus recuerdos. El filme tal vez fue un camino que les permitió a ellas sanar heridas pero al espectador sin duda le servirá para conocer y apreciar su tarea. Hubo mujeres en la guerra, es un hecho y es muy bueno saberlo.
¿Cuál fue el recorrido de la película antes de este estreno?
Estuvo en el Festival Latinoamericano de Trieste que el año pasado tuvo una edición online por la pandemia, también en el festival CineFem con temática de género y en el Festival Internacional de Cine Latino de Uruguay, ahí tuvimos un primer contacto con el público y estuvo bueno porque los comentarios fueron favorables. Y el viernes pasado tuvimos un preestreno en una sala, una función para invitados que fue muy emotiva y contó con la presencia de las protagonistas. Ese fue el contacto más directo con el público. La idea también es mostrar el documental en Comodoro Rivadavia donde se filmó. Y también están planeadas varias proyecciones presenciales en La Pampa y Pinamar, y en el teatro Auditorium, sala "Astor Piazzolla", de Mar del Plata.
¿Qué lo movilizó a realizar este proyecto?
Hace 4 años, de casualidad vi las fotos de las enfermeras, ellas estaban con el uniforme verde y me llamó mucho la atención. Y a partir de ahí me contacté con una de ellas, Alicia Reynoso, nos conocimos y me abrió un mundo nuevo, el de las enfermeras de Malvinas y ahí empecé a saber sobre este tema que era totalmente desconocido y ese fue el motor que me llevó a tratar de visibilizar la historia.
¿Por qué decidió llevar a las protagonistas a los escenarios reales de los hechos?
Fue la idea base del guion para despejar dudas que ellas estuvieron realmente allí, porque se las ninguneó, les decían que no habían estado, que no habían participado, entonces quisimos que se vuelva evidente visualmente. Además era muy intenso regresar, ingresar allí con ellas vestidas cómo estaban en ese momento. Y en contacto con el espacio afloraron las emociones que aparecen en el documental.
¿Recuerda algo en especial del viaje?
Podría hacer otra película con todas las cosas que nos pasaron. Fue un viaje en el tiempo al Comodoro del 82 y hubo un momento en que ellas no sabían en qué época estaban, si con 60 años o en aquel tiempo con veintipico y eso fue muy intenso. Y otro detalle tuvo que ver con que durante la Guerra había apagones, es decir se apagaba la ciudad por miedo a que sea bombardeada. Y estando allá se cortó la luz en todo Comodoro y eso fue muy fuerte. Fue para ellas revivir ese momento. Todo fue muy real. De repente mucha gente que vio la película me pregunta si hay escenas que estuvieron actuadas y eso es muy loco, porque no, todo lo que está filmado está tal cual sucedió.
¿Por qué cree que la labor de estas mujeres está prácticamente invisibilizada?
En primer lugar porque ellas son mujeres, porque hace 30 años las mujeres no tenían las oportunidades que están empezando a tener hoy por suerte y creo que eso es gran parte de la respuesta, pero también la Guerra de Malvinas se invisibilizó en general y además ellas al ser enfermeras fueron testigos de lo peor de la guerra -los heridos, los muertos, la parte más horrible-, entonces lo que ellas tenían para relatar era muy duro y no se quería contar, no querían que se sepa. Esas son las cosas que creo que influyeron. Ellas inclusive no se lo contaban ni a su familia ni a ellas mismas. Una tuvo serios problemas de salud hasta que logró sacar afuera esas historias. La película intentó acompañarlas en esa terapia, la de exteriorizar todo eso que tenían guardado.
¿Cree que ellas pudieron hacer una especie de sanación por medio de la película?
Yo creo que sí, y se ve en la película porque todo lo que se aprecia realmente sucedió y hay momentos muy conmovedores, se ve a las protagonistas riendo, llorando, enojadas, pasan por todas las emociones porque entraron en contacto con cosas que tenían muy guardadas.
Los ruidos son importantes en la película, el viento de Comodoro, los aviones. Ellas fueron ahí y se transformaron en jóvenes de nuevo, fue un viaje en el tiempo en un punto y yo creo que les sirvió mucho y se nota en la película. No digo que lo hayan superado totalmente, pero yo creo que esta película les sirvió para hacer catarsis y esa es una de las partes más lindas de todo este proceso.
¿Cómo fue volver a una función presencial?
Para mí la experiencia del viernes pasado fue fantástica. Si bien la película va a estar en todo el país a través de plataformas y canales y eso está bueno por el alcance, la película fue hecha para cine y es otra experiencia en pantalla. Y eso se notó mucho en la proyección del otro día ya que gente que ya la había visto en computadora nos dijo que las sensaciones fueron muy diferentes. Esperamos poder hacer más proyecciones en salas porque creo que ahí se puede disfrutar más la película.
¿Qué opina de las plataformas online?
Cuando vino la pandemia, yo entré en la encrucijada, porque se modificó el panorama y de cierta manera me daba un poco de bronca estrenar este filme por internet. Pero la realidad es que las plataformas te dan una gran llegada. Ahora de repente la película se podrá ver en Jujuy y todo el país y si bien el sonido no va a ser el mismo, aquí lo importante es la historia y que la gente conozca el valor de estas enfermeras y que se emocione con el documental.
¿Qué nos puede contar de su actualidad profesional?
Trabajo en un programa que se llama programa "Voz y Voto" sobre cuestiones del país y eso es algo constante que tengo. Y ahora estoy muy enfocado en este estreno porque fueron cuatro años de un trabajo, fue un proceso muy largo e intenso y este momento de mostrarlo me resulta muy lindo. Tengo muchas ganas que se vea mucho esta película.
¿Conoce Jujuy?
Hice un documental televisivo sobre las batallas de Suipacha y estuvimos filmando en la Quebrada de Humahuaca. Pasé por La Quiaca y llegué hasta Suipacha en Bolivia reconstruyendo las batallas de Güemes en esa zona. Fue una maravillosa experiencia. Entrevistamos a mucha gente, estuvimos con Fortunato Ramos, figura fantástica del norte. Jujuy es muy lindo y espero volver a filmar ahí. Y a mí Jujuy me fascina y la última vez que fui fue como turista.