¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

17°
26 de Abril,  Jujuy, Argentina
PUBLICIDAD

"Me gusta esta aventura de moverme y conocer gente"

Mauricio Burgos Lenz empezó a viajar a los 25 años. Ya visitó más de 40 países y ahora vive en Noosa, Australia.
Domingo, 20 de junio de 2021 01:01

Si en la cuantiosa lista de historias relatadas en esta sección existe una marcada por el entusiasmo, el optimismo y por una fuente inagotable de buenas energías como eje y protagonista de la aventura, es esta. Sin lugar a dudas.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Si en la cuantiosa lista de historias relatadas en esta sección existe una marcada por el entusiasmo, el optimismo y por una fuente inagotable de buenas energías como eje y protagonista de la aventura, es esta. Sin lugar a dudas.

Este es sólo el principio de la historia de Mauricio Burgos Lenz, un jujeño de 30 años de edad, psicólogo y un convencido de aprovechar el aquí y el ahora y de vivir el momento.

Toda esta locura que luego se convertiría en el motor de su valentía frente al inmenso mundo empezó a sus 25 años cuando decidió viajar a Nueva Zelanda. Su intención original era irse sólo por un tiempo, recorrer Asia y volver. Pero la magia del viaje lo atrapó cuando se dio cuenta de que todo era más fácil de lo que parecía.

"Salir de la Argentina me parecía imposible, nunca antes había tomado un avión ni salido del país. Pero me propuse ahorrar para poder aplicar a las Working Holiday y así lo hice. Trabajé mientras estudiaba y ocurrió el milagro", exclamó. Es que tras reiterados intentos y en cada uno de ellos cada vez más cerca de su meta, accedió a la visa gracias a la ayuda de una amiga que se mantuvo firme frente a la computadora esperando el momento justo para su aplicación.

"Fue en ese momento cuando renuncié a todo. A mi trabajo en Tucumán, a mi departamento. Le avisé a mi familia y en marzo de 2016 me fui. Fue todo un proceso, al principio pensaba estar una año en Nueva Zelanda luego irme a Asia y volver pero cuando vi que era mucho más fácil hacer dinero en otros países haciendo trabajos no calificados supe en ese momento que quería seguir viajando", contó.

Fue así que las primeras y maravillosas experiencias con nuevas amistades de diferentes partes del mundo se dieron en el país de Oceanía al igual que sus esforzados intentos de fluir en el idioma (inglés).

Vencida la visa aplicó para ir a Alemania y lo consiguió. Con el idioma otra vez a contramano, pero lejos de ser un problema, hizo un curso de alemán. Idioma que desea aprender a la perfección una vez que disponga del tiempo necesario. "Es que aprender idiomas nuevos es como entrar en otros mundos. Es otra forma de pensar", compartió.

Desde ese punto geográfico pudo cumplir su gran sueño de conocer Islandia y deleitarse con la majestuosidad de las auroras boreales. "Esos diez días fueron mágicos. Fui tan feliz que ya no quería parar de viajar. En ese momento se me borraron todos los imposibles y si bien yo ya venía con un proceso de mente positiva, de cambiar la forma de pensar y de ver las cosas de otra forma en Islandia decidí seguir buscando posibilidades", contó el jujeño.

Fue en esa búsqueda impulsada por la adrenalina que le generaba lo desconocido que descubrió Dinamarca, país en el que vivió un año en Copenhague. "Ese año fu increíble, siempre rodeado de mucho amor, ahí pude disfrutar de la compañía de muchos argentinos. De los mates por las mañanas y de los almuerzos juntos. Fue fascinante", recordó.

Y ya con Australia en la cabeza desde los inicios de esta travesía y con la certeza que "todo lo que sucedería sería bueno", rindió el examen de inglés (idioma al que nunca le había dado la importancia suficiente durante su vida en Argentina) y concretó el viaje. "Y así fue". "Fue mágico. Casi sin buscar nada fue apareciendo la gente indicada para hacer posible este gran viaje".

Actualmente Mauricio vive en un hostel dentro del National Park ubicado en el pueblo costero de Noosa pero ahora se encuentra de vacaciones en Tasmania. A su regreso buscará otra isla de Australia a donde irse a vivir. "Me gusta esta aventura de moverme y de conocer gente nueva. Me fascina!". "Por eso cuando descubrí esto empecé a decirles a mis amigos que prueben de irse, que se animen. Que sí se puede", exclam

Sobre cuáles son sus planes para el futuro, el jujeño descartó la posibilidad de volver a la Argentina por lo que ahora está en la búsqueda de dedicarse a su profesión. Es que la Working Holiday permite sólo acceder a trabajos no calificados, por eso durante estos cinco años se desempeñó en todo tipo de actividades como picando y empaquetando frutas, en jardinería, cocinando, lavando platos, de mozo, en viñedos, etc.

"Necesito poner en funcionamiento mi cerebro en cuanto a mi profesión que es un as en la manga que tengo y para ello estoy viendo a qué visa aplicar y que me permita quedarme más tiempo en Australia y poder acceder a otros trabajos", indicó el jujeño.

¿Cómo continuará esta historia? Nadie lo sabe. Pero por su fluido desenlace seguramente será sumando países a este gran viaje, que ya lleva en su haber más de 40. Y aunque el camino es hacia adelante y sin mirar atrás. El jujeño lleva consigo el objetivo nato de hacer conocer a cada una de sus nuevas amistades las bondades de su Jujuy. Aseguró que no hay personas que haya tratado con él que no conozca aunque sea por fotos a la provincia. Lugar de belleza mágica que aprendió a valorar aún más estando a miles de kilómetros de distancia.

 

Temas de la nota