Cumplir un deseo es posible cuando la suma de las voluntades, el arte en música y la amistad se combinan para hacer magia, resultando una cruzada especial como es la de ayudar. Y más todavía si se trata de sorprender a los más pequeños en su día.
inicia sesión o regístrate.
Cumplir un deseo es posible cuando la suma de las voluntades, el arte en música y la amistad se combinan para hacer magia, resultando una cruzada especial como es la de ayudar. Y más todavía si se trata de sorprender a los más pequeños en su día.
Este sueño comenzó a hacerse realidad días atrás, cuando Keyla Peralta vio que abrir las puertas del merendero "Jorge Cafrune" de El Carmen, estaba siendo complicado e inició una movida interesante con fines solidarios.
El tiempo corría de su parte y se dio lugar para armar una red con tono a plan perfecto donde los buenos augurios se iban multiplicando a medida que recibía el sí de sus amigos, músicos y cómplices de la historia.
Y no podía ser mejor, ante la cercanía de celebración que les pertenecía a ellos, los niños.
"En el merendero hay muchos chicos de bajos recursos, la mayoría vienen son del barrio '23 de Agosto' y son muchos hermanitos. No quería que ellos se queden sin su merienda o sin festejar su día y que pasen el día de las infancias sin algún regalo, ni ayuda nuestra", comentó la gestora de esta propuesta que se hizo con la mejor de las intenciones.
En tiempos de pandemia, el milagro está en la unión de fuerzas en coordinación para llegar a lindos resultados.
"Surge a través de una publicación en las redes que necesitaba ayuda para el merendero y después como saco fotos a bandas y tengo hermanos que son músicos y la tiré así como que estaría bueno crear eso y mis amigos que me ayudaron a poder montar esto", dijo la joven que al arriesgarse, supo lograr todo de la manera más simple.
El clima se vivió pleno, como una novedad que era esperada por la gente. De hecho la música junto a la amistad desde siempre formaron un buen dúo y más siendo al aire libre por una causa notablemente justificada.
"La gente estuvo muy contenta y sentí todo el tiempo que se acercaban a darme la en la mano para felicitarme por la idea", explicó Keyla que aún con la sorpresa en sí misma, dejó en claro que se superaron por lejos, sus expectativas.
Con la emoción hasta las lágrimas, la joven sólo podía rememorar con beneplácito, las caritas felices de aquellos niños. "Cuando uno lo vive es cuando te das cuenta, ver el niño que viene a la tarde a buscar una chocolatada para sus hermanitos. A mí me dejaba mal, me ponía triste que no le podíamos dar su merienda", dijo Peralta, recordando la normalidad que les toca vivir a diario.
Porque los niños son el futuro, sin dudas, merecen una infancia sin preocupaciones y con la pancita llena, para que su corazón esté más contento aún.
Por ello, el botín anhelado fue colmado de alimentos indispensables que la merienda necesita y de juegos y juguetes, incluyendo una pelota de fútbol -que fue la alegría mayor- para que cierre por todos lados el círculo de la buena acción.
Y es que el trabajo cotidiano tiene este fruto que llega, luego de preparar la leña y dejar listas las parrillas para hervir el mate o el té en ollas candentes, elaborando a la par el pan dulce y salado o acaso algún bocadito para acompañar la chocolatada de los días festivos.
"Todo lo hacemos al fuego, a los chicos les gusta y reciben contentos con su jarrita y mucho agradecimiento. Ellos tienen que estar contentos siempre", expresó Keyla, la autora de este hecho de solidaridad que fue un acto de amor y puente para vivir un día especial.
A puro corazón
Porque el mundo es de quienes no tienen miedo, el festival donde la solidaridad fue de la partida se coronó con un verdadero éxito. Las canciones comenzaron a sentirse a través de un acústico con Tinca junto a Mariana Casaldelrrey; y después fue el momento del tributo de Los Cuartirolos con un mix de rock nacional.
Tocaron Seres de Protección que ganaron con su originalidad mientras que el punk se escuchó en The Dramones con réplicas de temas de Los Ramones; desde San Pedro, llegaron Los Sirvientes de Nadie; cerrando Piedra Cuarzo. La música fue alegría en vivo para los corazones que la escucharon gracias a excelentes músicos que pidieron estar para ser parte y ayudar. “Mi mamá me dice que no tengo que tener vergüenza, que el mundo es de los caraduras”, dijo Keyla Peralta que, sólo por eso, se animó a organizar todo.