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27 de Abril,  Jujuy, Argentina
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Con su labor pastoral, contienen a los vecinos

Sin los tradicionales hábitos, las hermanas Mónica y Gladys cumplen su misión religiosa en una amplia zona de la ciudad.
Sabado, 04 de septiembre de 2021 21:11

La Congregación de las Hermanas Auxiliares Parroquiales de Santa María llegó a Jujuy en mayo de 1998 y se instaló en la parroquia San Pío X, en barrio Belgrano. Hoy las hermanas Mónica y Gladys son quienes continúan con la tarea pastoral de esa congregación en los barrios San Martín, El Chingo y Punta Diamante brindando asistencia a una comunidad que "corre" en busca de su auxilio, cualquiera sea la hora.

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La Congregación de las Hermanas Auxiliares Parroquiales de Santa María llegó a Jujuy en mayo de 1998 y se instaló en la parroquia San Pío X, en barrio Belgrano. Hoy las hermanas Mónica y Gladys son quienes continúan con la tarea pastoral de esa congregación en los barrios San Martín, El Chingo y Punta Diamante brindando asistencia a una comunidad que "corre" en busca de su auxilio, cualquiera sea la hora.

Esta congregación, creada por el padre Rodolfo Carboni en el año 1933, tiene como principal particularidad que las hermanas no vistan hábitos, pese a ser mujeres consagradas y cumplir con todas las disposiciones eclesiásticas, siendo su único distintivo un bello como sencillo crucifijo.

En Jujuy la misión pastoral está a cargo de las hermanas Mónica y Gladys, en una importante comunidad pegada al centro capitalino jujeño, y muchas veces a tanta distancia si se tiene en cuenta las dificultades de accesibilidad a la zona, principalmente por escaleras que conectan la zona con los centros comerciales y hospitalarios, en especial el Materno Infantil, "Pablo Soria" y "San Roque", además de los privados.

La hermana Mónica está radicada en Jujuy desde 2016, cuando llegó procedente de Temuco, Chile, donde estuvo cumpliendo con la sagrada misión pastoral. Es santafesina, de un pequeño pueblo cercano a la pujante Reconquista, donde en 1981 descubrió no solo la vocación sino fundamentalmente a "la congregación", debiendo esperar dos años, más exactamente hasta los 20, cuando ingresó al "postulado" en la ciudad de Goya, en la provincia de Corrientes.

Al informar su decisión luego del llamado de Dios, su papá afirmó: "Ya se te va a pasar". Eran los años 1979-1980, y a partir de ese momento cambió la vida, y su papá, un fiel creyente y miembro de la Acción Católica, fue el sostén necesario en la primera etapa de su misión que no le resultó fácil y en la que contó con todo el apoyo de la familia.

Con una sonrisa franca y clara, Mónica recuerda que una hermana menor, que sí viste hábito y reside en Brasil, también es religiosa para agrado y orgullo de la familia.

Por su parte, Gladys recuerda que en su caso la frase de la familia fue "De ninguna manera, no es lo tuyo", y también esta correntina de Goya muestra toda su ternura y confianza, remarcando la frase con una amplia sonrisa. Al igual que el caso de Mónica, con ocho hermanos, pertenece a una familia numerosa, siendo uno de ellos un pastor evangélico.

La casa que las cobija

En aquel lejano mayo de 1998 fueron tres las hermanas que se instalaron en la casa parroquial del barrio Belgrano, a la que bautizaron con el nombre de "Amancay", constituyéndose de esa manera en la sede de la congregación en la provincia de Jujuy, donde llegaron a prestar servicio en ayuda a la Diócesis de Jujuy, atendiendo y colaborando con las cuatro capillas existentes en ese largo terreno que nace a la altura de los bajos del puente General Manuel Belgrano y se extiende paralelo al casco céntrico hasta la confluencia de los ríos Grande y Xibi Xibi.

Pese a ser una tarde "tranquila" cuando El Tribuno las visitó, al decir de las hermanas, el timbre de la casa sonó en varias oportunidades.

Mónica y Gladys afirman que es reconfortante la tarea pastoral que realizan, brindando apoyo, contención y asesoramiento a los vecinos, y recordando que la pasaron bastante mal en el año 2020 cuando les tocó apuntar a muchas familias que perdieron seres queridos como consecuencia de la pandemia que azotó y aún hoy azota al mundo.

Entre las múltiples tareas que llevan adelante, destacan la relacionada con la oración para interceder ante el Señor en beneficio de las personas o familias que se encuentran atravesando situaciones críticas, aclarando que cumplen con una misión totalmente pastoral.

El trabajo de las hermanas

Mónica cuenta que ella trabaja en el Jardín Infantil "Niños de Belén" en el barrio El Chingo, cumpliendo con el rol de maestra especial y administrativa, dentro de una institución que depende del Obispado de Jujuy y que además cuenta con la habilitación del Ministerio de Educación de la Provincia.

Por su parte, la hermana Gladys comenta su especial trabajo dentro de la catequesis destinada a personas con capacidades diferentes (sordomudas), y dice que se encuentra realizando un curso de lenguaje de señas, porque de esa manera se podrá comunicar con mayor facilidad con quienes están llevando adelante el cursillo correspondiente.

Las clases de catequesis se dictan en el parroquia San Antonio los días sábados a partir de las 16.30. La hermana Gladys aspira a que pronto y una vez que esta actividad esté organizada, se pueda ampliar el número de personas que concurran a ese lug