Pese a que la recuperación de la actividad se presenta lenta, desigual e incierta, las cerrajerías de la capital jujeña subsisten en un año complicado y mantienen mucha destreza para, en un minuto, responder a la demanda de los clientes.
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Pese a que la recuperación de la actividad se presenta lenta, desigual e incierta, las cerrajerías de la capital jujeña subsisten en un año complicado y mantienen mucha destreza para, en un minuto, responder a la demanda de los clientes.
Si bien el sector el año pasado reportó importantes pérdidas de ventas, ahora algunos empezaron a recuperar cierta normalidad. Otros apuntaron que este año fue peor que el 2020, señalando que se ven afectados con la suba de los insumos que utilizan para elaborar las llaves, que alcanzó hasta el 20%. Lo cierto es que los cerrajeros consultados, que están en calles San Martín, Lavalle y Alvear, coincidieron en que, pese a esta circunstancia, mantienen los precios de algunos productos.
Según el relevamiento realizado por este diario, para una copia de llave, la mano de obra se cobra entre 200 y 250 pesos; el cambio de llave a domicilio en zona céntrica sale entre $900 a $1.000, mientras que en un barrio más alejado parte desde los $1.500. El cambio de cerradura oscila entre los $1.200 a $1.500, una apertura de puerta se ubica entre los $500 a $1.000. Las llaves de autos van desde los $2.000 hasta $19.000, y las que tienen chip hasta $15.000, la llave para motos va desde $800 a $1.000, mientras que una cerradura según su origen y marca desde los $1.200.
Con caídas y expectativas
El Tribuno de Jujuy visitó la cerrajería donde trabaja Lautaro Bladimir Copa, quien describió el escenario de la actividad como estable. "El año pasado no hubo mucho trabajo, porque la gente estaba en su casa. Ahora que se abrieron las actividades se normalizó", dijo.
Detalló que algunos de los servicios más solicitados son apertura de cerradura de puertas, llave de auto y cambio de cerraduras.
Sobre calle Lavalle se encuentra otro local, a cargo de su propietario Gerber Heredia, quien de entrada señaló que les cuesta levantarse tras la fuerte caída de la actividad. "En pandemia teníamos unas tres semanas buenas y por lo general la última del mes era inestable. Ahora tenemos semanas muy malas, suben las cosas, los proveedores nos suben cada 15 días".
Por su parte, Omar Heredia, propietario de una cerrajería ubicada en calle Alvear, apuntó que el año pasado la inactividad se vio afectada sobremanera y que ahora hay un poco más de movimiento. Dijo que los servicios que mayormente solicita el cliente tienen que ver con apertura de puerta o destrabe de cerradura.