Islas Comoras participó por primera vez de la Copa África de las Naciones en esta edición. Las expectativas eran pocas para un país que tiene menos de un millón de habitantes, pero milagrosamente logró clasificar a los octavos de final como uno de los mejores terceros de la fase de grupos.
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Islas Comoras participó por primera vez de la Copa África de las Naciones en esta edición. Las expectativas eran pocas para un país que tiene menos de un millón de habitantes, pero milagrosamente logró clasificar a los octavos de final como uno de los mejores terceros de la fase de grupos.
El destino, maldito, decidió cruzarlo con Camerún, anfitrión del torneo y uno de los más poderosos. Como si fuera poco, el plantel sufrió un brote de COVID-19 y hay 12 casos confirmados.
Encima, ninguno de los tres arqueros estaban disponibles: Ali Ahamada y Moyadh Ousseini son parte de los contagiados y Salim Ben Boina tiene una lesión.
Ante esto, el técnico, que también contrajo coronavirus, no tuvo otra opción que darle los guantes a un jugador de campo para disputar el partido más importante de la historia nacional.
El valiente fue el defensor Chaker Alhadhur, quien habitualmente se desempeña como lateral izquierdo en el Ajaccio de la segunda división francesa y ni siquiera formaba parte del once titular habitual de los isleños.
La situación inmediatamente hizo acordar a la que vivió River en la última Copa Libertadores, cuando los dirigidos por Marcelo Gallardo sufrieron varias bajas por el virus y Enzo Perez se animó a colocarse bajo los tres palos ante Independiente Santa Fe.
En aquel partido épico por la fase de grupos, el Millonario ganó 2-1 mientras que el mediocampista fue elegido la figura del partido y vivió un momento histórico en su carrera.
Sin embargo, en esta ocasión, Comoras no pudo dar la sorpresa y cayó 2-1 con el conjunto local, que avanzó a los cuartos de final de la competencia.
Igualmente, lo de Alhadhur es para destacar: midiendo 1,72, altura baja para un arquero, no tuvo problemas en defender el arco para ayudar a su país y en el segundo tiempo se mandó una doble atajada tremenda que impidió el gol de Camerún.
Además, ante la falta de indumentaria, el futbolista de 30 años vistió una camiseta emparchada con el dorsal tres.
Uno de los arqueros que eran baja por coronavirus, tuvo el resultado negativo del PCR una hora antes del partido, pero desde la organización le negaron la posibilidad de jugar ya que debía realizar cinco días más de aislamiento por protocolo.
Apenas comenzó el partido, a los siete minutos, el defensor central Nadjim Abdou fue expulsado y Comoras debió seguir con 10 jugadores. Encima, en el banco solo había siete suplentes. ¡Todo mal!
El equipo revelación de la competencia iba perdiendo 2 a 0 pero a 10 minutos del final descontó con un golazo de tiro libre. Lamentablemente, no le alcanzó para revertir el marcador.