Hoy la comunidad sampedreña recuerda la patriarcal figura de Monseñor Sixto Villoldo, quien con el paso de los años se convirtió en un ícono de la historia de la fe de la región. En 1995, tras sufrir un lamentable accidente sobre la ruta provincial N° 1 cuando regresaba de una reunión del Decanato del Ramal junto a otros dos sacerdotes, su salud se quebrantó, pese a ello, se esforzó por seguir atendiendo la parroquia. La noche del 11 de noviembre de 1995, el repicar de campanas anunció la partida del querido sacerdote, quien por casi 40 años fue titular de la parroquia San Pedro de Río Negro, realizando una importante labor pastoral en los departamentos de San Pedro y Santa Bárbara. Fue el primer sacerdote ordenado en Jujuy, y fue fundador de Cáritas, la primera en la Diócesis de Jujuy.
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Hoy la comunidad sampedreña recuerda la patriarcal figura de Monseñor Sixto Villoldo, quien con el paso de los años se convirtió en un ícono de la historia de la fe de la región. En 1995, tras sufrir un lamentable accidente sobre la ruta provincial N° 1 cuando regresaba de una reunión del Decanato del Ramal junto a otros dos sacerdotes, su salud se quebrantó, pese a ello, se esforzó por seguir atendiendo la parroquia. La noche del 11 de noviembre de 1995, el repicar de campanas anunció la partida del querido sacerdote, quien por casi 40 años fue titular de la parroquia San Pedro de Río Negro, realizando una importante labor pastoral en los departamentos de San Pedro y Santa Bárbara. Fue el primer sacerdote ordenado en Jujuy, y fue fundador de Cáritas, la primera en la Diócesis de Jujuy.
Desde el primer momento había expresado su beneplácito porque San Pedro tuviese una revista cultural y con gran alegría dio su primera entrevista al novel medio gráfico, donde abrió su corazón para compartir parte de la historia vivida en la región desde su ordenación. En esa entrevista mantenida con Grito Verde, monseñor Villoldo relató que había nacido el 27 de mayo de 1922 en Perico, departamento de El Carmen, siendo sus padres Sixto Villoldo y Catalina Torres. Sintiendo el llamado de Dios cuando cursaba el primer año del Colegio Nacional Belgrano de Salta, pasó al Seminario de Jujuy y en forma paralela, también cursó el Bachillerato Humanístico en Salta. Luego hizo Filosofía y Teología en el Seminario de Catamarca. Fue ordenado sacerdote el 1 de diciembre de 1946 y celebró su primera misa en la iglesia Catedral de San Salvador de Jujuy, el 8 de diciembre. Fue el primer sacerdote ordenado en Jujuy y ocupó el cargo de secretario canciller del obispo monseñor Mühn durante diez años. Luego fue destinado a San Pedro y desde el 7 de marzo de 1956, se hizo cargo de la parroquia San Pedro de Río Negro, que recibió de manos de monseñor José Gottau.
Indicó que cuando llegó a San Pedro de Jujuy, encontró una parroquia en creciente progreso y se dedicó a concluir el templo, comenzando con la construcción de las naves y altares laterales, además del salón y la casa parroquial.
En el aspecto social trabajó en la conformación de Cáritas, la primera de la Diócesis. Creó el grupo de los Boys Scouts y la Liga de Padres, esta última tenía como finalidad mantener la Casa de Niño que Trabaja, que luego se amplió siendo hoy el Colegio Jesús Maestro. Formó el Coro Palestrina dirigido por el recordado profesor Joaquín Pérez Flores y fundó la Banda de Música Juvenil con los boys scouts.
En 1960 y en mérito a su fecunda labor en la Iglesia, el obispo lo invitó a la visita Ad-Límina, que efectúan los obispos a Roma. En esa oportunidad, tuvo una audiencia privada con el papa Juan XXIII, quien le dio el título de camarero secreto de su Santidad, o sea el título de monseñor.