Después de treinta años de existencia con crecimiento continuo, construido principalmente con trabajo colaborativo y valores de respeto, libertad y solidaridad, la comunidad educativa de la Escuela Provincial Agrotécnica N° 4 resolvió elegir un nombre que le otorgara identidad y espíritu de pertenencia. Fue así que a través del consenso, docentes, estudiantes y padres eligieron el nombre "Nelly Arrieta".
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Después de treinta años de existencia con crecimiento continuo, construido principalmente con trabajo colaborativo y valores de respeto, libertad y solidaridad, la comunidad educativa de la Escuela Provincial Agrotécnica N° 4 resolvió elegir un nombre que le otorgara identidad y espíritu de pertenencia. Fue así que a través del consenso, docentes, estudiantes y padres eligieron el nombre "Nelly Arrieta".
En oportunidad de conmemorarse el Día de la Educación Técnica, se cumplieron dos años del fallecimiento de Nelly Arrieta, por ello la fecha cobró un doble significado e importancia. Ese día en el establecimiento ubicado en barrio Ledesma de Libertador General San Martín, se llevó a cabo el acto de imposición de nombre con la participación del administrador general de Ledesma, Federico Gatti; la supervisora de Región V del Ministerio de Educación, Nora Morfulis, el equipo docente y administrativo de la escuela e invitados especiales.
"Nelly Arrieta, benefactora de las artes y las letras" reza la placa que fue descubierta en la institución. Ella fue una de las principales mecenas del arte argentino, al que apoyó a lo largo de décadas con donaciones y adquisiciones de obras realizadas por artistas promisorios. Fue presidenta de la Asociación Amigos del Museo Nacional de Bellas Artes desde 1977 hasta 2011, y hasta su fallecimiento fue su presidenta honoraria. Hizo numerosas donaciones en el ámbito cultural, educativo y sanitario, y siempre prefirió no difundirlas.
"La señora Nelly", como se la llamaba afectuosamente en Ledesma, era la única hija de Herminio Arrieta, conductor de la empresa entre 1927 y 1970. Al casarse ella con Carlos Pedro Blaquier, la sucesión de la empresa familiar pasó al matrimonio que representaba la tercera generación. Actualmente, el directorio de la compañía está integrado por sus hijos Carlos Herminio, Alejandro, Santiago e Ignacio, y un nieto, Juan Ignacio Pereyra Iraola.