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“Como médica, me siento respetada y valorada por el hombre y la mujer”

En el Mes de la Mujer, El Tribuno conversó con la directora de gestión clínica del hospital “San Roque”, uno de los más emblemáticos de la provincia. Conocimos su perspectiva médica y su rol en el sistema de salud. La profesional describió a la medicina como su pasión, en la que uno debe estar decidido a ayudar permanentemente desde el lugar que le toque, en una sala de intervención o donde se esté realizando un taller.
Miércoles, 16 de marzo de 2022 01:04

Siendo una adolescente que cursaba el segundo año de secundaria, ya sabía que su futuro sería trabajar en la medicina. Ana María Carabajal de Alcoba aseguró que eligió esta profesión porque se vio motivada por uno de sus hermanos, también médico, quién le contagió esa pasión por el trabajo en la salud. También sabía que el deseo de ayudar y servir al otro, tratar de disminuir los problemas de salud y las afecciones eran su camino.

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Siendo una adolescente que cursaba el segundo año de secundaria, ya sabía que su futuro sería trabajar en la medicina. Ana María Carabajal de Alcoba aseguró que eligió esta profesión porque se vio motivada por uno de sus hermanos, también médico, quién le contagió esa pasión por el trabajo en la salud. También sabía que el deseo de ayudar y servir al otro, tratar de disminuir los problemas de salud y las afecciones eran su camino.

La médica argentina que se recibió en la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), en la Facultad de Medicina, tras recibirse arribó a Jujuy, formó su familia y no se fue nunca más.

¿Cómo inició su profesión en el ámbito de la salud en la provincia?

Empecé a trabajar en el hospital "Pablo Soria", donde fui médica asistencial durante varios años, después estuve en la subdirección médica de ese hospital. Luego se me dio la oportunidad de integrar el equipo del nivel central en varias gestiones y en la Dirección de Regulación Sanitaria. Fueron épocas muy enriquecedoras, porque es otro enfoque y mirada de lo que es trabajar en salud desde la gestión. Es también interesante y apasionante estar y conocer la provincia, los equipos de las distintas regiones y trabajar por la comunidad. No sólo desde la recuperación de la salud perdida, sino también desde otra mirada preventiva y de promoción de estilos de vida saludable.

Me incorporé a la dirección del hospital "San Roque" a partir de marzo del año 2018, junto a la directora administrativa del momento, la contadora Nora Mercedes Femayor.

Empezamos a trabajar de una manera muy linda, a construir un equipo a nivel institucional y trazar un proyecto de reforma de la institución, en función de la complejidad dada por el Ministerio, orientada hacia un hospital de atención clínica.

En el año 2020 llegó la pandemia y realmente fue un cambio enorme en la institución, pasamos de tener una terapia intensiva con ocho camas a pensar en tener setenta camas en distintas unidades. Fue una renovación importante en el hospital, decidida por el equipo ministerial y de la institución.

¿En algún momento experimentó alguna diferencia en la función tanto del hombre como de la mujer?

Yo nunca vi en mi carrera nada que se parezca a una competencia entre hombre y mujer. He tenido tal vez la suerte en distintos momentos que he ejercido la profesión como médica, de trabar en equipo, de sentirme muy respetada y valorada, tanto por el hombre como por la mujer. Se me fueron dando estas oportunidades, la primera en que incursioné en gestión hospitalaria, gracias al doctor Julio Malizia, reconocido cirujano jujeño que ya ha fallecido. Él me pidió que lo acompañara en la subdirección en el hospital "Pablo Soria".

En ningún momento me sentí discriminada, creo que tal vez se han valorado otras condiciones, otros compromisos y dedicación. La verdad es que en los años que llevo de médica y ejerciendo distintas funciones puedo decir que nunca me he sentido dejada de lado. Ni he tenido que reclamar nada en este sentido, al contrario, me he sentido muy valorada, querida y respetada.

La pandemia también generó un cambio...

La pandemia nos ha llevado a aprender que en el equipo de salud todos somos valiosos e importantes. Y lo único que tenemos son responsabilidades diferentes en función de si somos enfermeros, médicos, director, pero en el equipo somos todos valiosos. En nuestro caso, el resultado final con el paciente es la suma de una serie de acciones que tienen que ser de la mayor calidad realizadas, por personal que limpia, la unidad y el que da de comer, el enfermero, el médico, el fisioterapeuta, el director, por todos. Yo creo que eso es lo que tenemos que tratar de entender para lograr una mayor integración y valorización de lo que cada uno somos.

¿Qué le regaló esta profesión?

Para mí la medicina es una pasión, realmente uno tiene que estar decidido a ayudar permanentemente desde el lugar que nos toque, ayudar al otro, interponiéndonos frecuentemente en el lugar de la persona que tenemos al frente en un consultorio, en una sala de intervención acostada en una cama, o un espacio donde se está realizando un taller. Es entenderlo de esa manera, es nuestra posibilidad de ayudar desde lo que nos gusta ser. Realmente creo que nunca me he arrepentido ni me arrepentiré de haber estudiado medicina.