La madre de las dos jóvenes asesinadas el viernes pasado en la localidad de Yuto por el exnovio de una de ellas, quien aún permanece prófugo, aseguró que la familia quedó "destruida" y señaló que el acusado "planificó el ataque", luego de haber sido denunciado en reiteradas oportunidades por violencia de género.
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La madre de las dos jóvenes asesinadas el viernes pasado en la localidad de Yuto por el exnovio de una de ellas, quien aún permanece prófugo, aseguró que la familia quedó "destruida" y señaló que el acusado "planificó el ataque", luego de haber sido denunciado en reiteradas oportunidades por violencia de género.
Se trata de Graciela Segundo, madre de Pamela Gorosito (23) y de Ramona Gorosito (27), quien también resultó herida por Javier Broy (27), un hombre con antecedentes por "violencia de género", que es intensamente buscado por la Policía.
"No pudimos hacer nada para salvarlas. Estábamos por dejar a mi otra hija en casa de mi mamá, por lo que ella (por Pamela) se quedó sola y este hombre aprovechó para entrar a mi casa", expresó Graciela en declaraciones al canal de noticias C5N.
Después de los crímenes, los efectivos montaron un amplio operativo de rastrillaje por las áreas urbanas y rurales de la localidad de Yuto en busca de Broy, expareja de Pamela.
"Creemos que está en el monte o cerca de allí. Desde día el hecho, se le perdió todo contacto. Yo, mi mamá, todos lo denunciamos a Broy, pero se escondía, la Policía nos decía que ya lo iban a ir a buscar y después aparecía como si nada", dijo Graciela Segundo y agregó que el viernes último, día del doble femicidio, "la primera denuncia realizada contra él fue a las 5 de la madrugada".
Sobre lo ocurrido la noche del doble femicidio, la madre de las víctimas recordó que "de casualidad" no le disparó también a su marido, porque "seguramente no lo reconoció. Mi marido iba corriendo a ver a mi hija Pamela y él pasó por al lado".
"No quiero recordarlo, él nos hizo mucho daño, destruyó toda mi vida, la vida de mis hijos, de mis nietos, estamos todos destruidos. Tenía amenazada a toda la familia. Es muy duro lo que estamos pasando pero trato de estar bien por mis nietos", relató la mujer, en medio de la angustia por el femicidio de sus hijas.
Por el doble femicidio, ella y los demás integrantes de su familia están conmocionados por lo ocurrido y reciben ayuda psicológica y los cuidados médicos necesarios.
Por los hechos, el fiscal que interviene en la causa Julio Fernando Lobos, inició actuaciones por "femicidio, homicidio simple y lesiones en concurso real", informó el Ministerio Público de la Acusación (MPA).
Sobre los hechos
El aberrante episodio ocurrió el último viernes santo en el barrio Sur de la localidad de Yuto, cuando Javier Broy irrumpió en la casa de su expareja, Pamela Gorosito, madre de dos niños de 6 y 3 años, la golpeó y la amenazó con matarla. Tras ese ataque, la mujer denunció el episodio en la Seccional 22º de Yuto.
Las mismas fuentes que fueron consultadas por nuestro diario, permitieron saber que Javier Broy ya había sido denunciado en diciembre pasado, tras una denuncia de su expareja.
Pamela Gorosito se había ido a vivir a la provincia de Salta junto a sus hijos, a la casa de hermana y el último fin de semana, regresaron a Yuto para visitar a sus padres. Esa tarde, Broy irrumpió en la vivienda de Gorosito y la amenazó, por lo que fue imputado por "violación de domicilio en un contexto de violencia de género".
Sin embargo, horas más tarde, el hombre volvió a sorprender a su exmujer y la asesinó de un disparo en la cabeza.
Luego de constatar que Pamela estaba muerta, la Policía recibió un llamado telefónico de un vecino que alertó que en el pasaje que divide los barrios Sur y San Miguel había dos personas tendidas en el suelo.
Se trataba de la hermana y la madre de Pamela Gorosito, quienes fueron atacadas por el mismo agresor cuando intentaron auxiliar a la joven.
Además el Ministerio Público de la Acusación inició una investigación e imputó a dos policías por el delito de "incumplimiento de los deberes de funcionario público", ya que los oficiales habían recibido la orden del fiscal para que concurrieran a la casa de Gorosito, luego de la denuncia, pero nunca lo hicieron.