El líder e invicto Racing goleó ayer a Sarmiento de Junín por 4 a 1 como local, en uno de los encuentros correspondientes a la octava fecha de la zona A de la Copa de la Liga Profesional de Fútbol.
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El líder e invicto Racing goleó ayer a Sarmiento de Junín por 4 a 1 como local, en uno de los encuentros correspondientes a la octava fecha de la zona A de la Copa de la Liga Profesional de Fútbol.
Los goles de Enzo Copetti (28' ST y 48' ST) y Tomás Chancalay (38' ST), de penal, y Javier Correa (49' ST) le dieron la punta al equipo de Fernando Gago, mientras que antes anotó Julián Brea (32' PT) en la visita.
Con esta victoria, Racing suma 18 puntos -cinco victorias y tres empates- en el torneo y Sarmiento tiene 11 unidades pero cayó en zona de descenso. En la previa se dieron tres homenajes: al fallecido Juan Carlos Cárdenas, autor del gol que le dio la Copa Intercontinental a Racing en 1967; a Lisandro López, un ícono de la entidad de Avellaneda ahora en Sarmiento, y a los combatientes en Malvinas, en el 40º aniversario de la guerra.
Racing fue dueño de todo en el comienzo, con intensidad en cada sector del campo y con la premisa de la pelota por el piso de la mano de sus mediocampistas, liderados por Leonel Miranda.
Sarmiento, por su parte, sorprendió de entrada con Brea.
Racing, herido en su orgullo, reaccionó rápido e invadió completamente el campo juninense con Gabriel Hauche por el costado derecho, con Carlos Alcaraz en el centro -le ganó siempre el duelo a Harrison Mancilla- y las subidas de Facundo Mura. La "academia" mostró paciencia y acorraló a Sarmiento, ya con 10 hombres en la cancha por la expulsión de Guido Mainero, que resignó completamente la poca aspiración ofensiva en el complemento al verse en desventaja.
Finalmente llegó el premio para Racing cuando Enzo Copetti conectó de cabeza frente a la mirada del arquero Josué Ayala, que se quedó clavado en el primer palo y luego con un penal convertido por Chancalay tras mano de Emiliano Méndez. En el cierre, Racing encontró otra vez a Copetti y una definición perfecta de Javier Correa para darle un cierre soñado a la tarde. Todo lo que no pudo en el primer tiempo lo halló cuando el reloj se convertía en un nuevo rival. El mérito del local pasó por intentar con ideas claras ante un planteo rival mezquino.