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No hay plazo que no se cumpla...

Domingo, 12 de junio de 2022 21:52

El popular refrán es sabio. "No hay plazo que no se cumpla, ni deuda que no se pague". Hablando de plazos, cuando estamos comenzando a salir de julio para caer (en Argentina sólo caemos) y de golpe, en la segunda mitad del año, comienza a instalarse la sensación de que en política el tiempo de crear expectativas, realizar amagues, e instalar ambiciones, tiene un plazo que se está cumpliendo. Mucho antes de fin de año ya deberá estar definido algún ensayo de rumbo económico, y precisiones sobre la situación política y social. Sólo así se podría entrar al proceso electoral de recambio de presidencia y gobernaciones. Todos los actores, o comienzan a cruzar las fronteras de ingreso a las grillas de partida o quedarán patinando en el lodazal del desgaste y hasta del ridículo, desde donde se sabe, no se vuelve.

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El popular refrán es sabio. "No hay plazo que no se cumpla, ni deuda que no se pague". Hablando de plazos, cuando estamos comenzando a salir de julio para caer (en Argentina sólo caemos) y de golpe, en la segunda mitad del año, comienza a instalarse la sensación de que en política el tiempo de crear expectativas, realizar amagues, e instalar ambiciones, tiene un plazo que se está cumpliendo. Mucho antes de fin de año ya deberá estar definido algún ensayo de rumbo económico, y precisiones sobre la situación política y social. Sólo así se podría entrar al proceso electoral de recambio de presidencia y gobernaciones. Todos los actores, o comienzan a cruzar las fronteras de ingreso a las grillas de partida o quedarán patinando en el lodazal del desgaste y hasta del ridículo, desde donde se sabe, no se vuelve.

Primer ejemplo: Javier Milei. Creció de manera sorprendente, alimentado por su desparpajo y por los tembladerales de las grandes coaliciones, en el terreno de grandes mayorías hartas de "la casta". Pero justo antes de cruzar la raya para lanzarse oficialmente a la presidencia, se mostró a favor del comercio de órganos y de la libre portación de armas. Fue demasiado. Más de lo que los votantes desencantados están dispuestos a tolerar. El acto de lanzamiento fue un fiasco, poca gente, frío glacial arriba y debajo del palco. Esperaban 15 mil personas y no reunieron ni 4 mil. Algo se quebró en el romance incipiente con la gente y dentro del grupo de libertarios. Un plazo que se cumplió…

Segundo ejemplo: la izquierda con sus casetes agotados de diagnósticos antiguos y sin propuestas creíbles, cedió la calle y las protestas a las organizaciones sociales neokirchneristas y deambula por espacios restringidos sin un horizonte claro a la vista.

Tercer ejemplo: el oficialismo. El débil albertismo comparte con el cristicamporismo (y el massismo que se mete a codazos oportunistas), un gobierno que atraviesa la peor crisis desde su regreso al poder. Con una inflación que ronda el 5%, el riesgo país en 2.044 puntos, la desaprobación de la gestión merodea el 70%, 8 de cada 10 argentinos no creen que Alberto arregle la situación. Las acciones y los papeles públicos argentinos se desplomaron y AAF dijo: "Esperábamos que sucediera… estamos listos para intervenir" (lo mismo dijo Juan Manzur del problema del gasoil). ¿Y si estaba previsto, por qué no intervinieron a tiempo? ¿Por qué se dejaron comer con los plazos vencidos? Mientras AAF sigue "empoderando" a Martín Guzmán (futuro exministro de Economía en el imaginario de CEFK), metió en la picadora de carne al examigo Matías Kulfas y habilitó a Daniel Scioli a imaginar un desquite en su pelea por la presidencia. En tanto, de su viaje a la desvaída Cumbre de las Américas, parece volver convencido de haberse convertido en el nuevo líder del sur y el gran interlocutor del hemisferio. Defendió las dictaduras de Venezuela y Cuba y exigió que se descabece a la OEA. Su mensaje (que previamente acordado con los filtros de la Casa Blanca) no pareció inspiración del Presidente. Muchos creen reconocer la pluma de Gustavo Véliz, lejos de Cafiero que abogó con torpeza por las autocracias latinoamericanas y de Massa, que castigó a "los gobiernos que no respetan los derechos humanos". A la hora del corolario el propio Presidente dijo: "Joe Biden fue generoso conmigo, no me reprochó nada", elogiando la elegante diplomacia con que el dueño de casa y su esposa Jill saludaron a AAF y a su querida Fabiola al llegar y al despedirlo. El 25 de Julio, volverán a encontrarse en Washington, y dicen que irá con un avión repleto de empresarios, industriales, legisladores y funcionarios amigos, rodeados de una promoción y un relato épico nunca vistos, aunque más no sea para superarse en espectacularidad. Mientras corren los plazos.

Cuarto ejemplo: Juntos por el Cambio, siguen compartiendo el mismo espacio, pero todos y cada uno mirando hacia distintos horizontes. La UCR desde su pretendido centro izquierda de social democracia le gruñe al macrismo, que desde su centro derecha, no deja de ambicionar deglutirse la gran porción de "mileístas", y quizá al propio Milei. Gerardo Morales, sobreactuando innecesariamente, aplastó a Mauricio Macri contra la pared. El también desubicado expresidente salió del juego. Apeló sólo a un enjundiosa valoración de la gente: "Si decimos que vamos a hacer un cambio y en la previa nos matamos entre nosotros, ¿quién nos va a creer? La gente no es pelotuda". Lilita Carrió intentó mediar en lo que ella misma definió como un operativo para amansar las fieras. Sólo generó un paso de comedia, que opacó su protagonismo político detrás de su afán de componedora.

En Jujuy, nada es diferente. El Frente de Todos, Partido Justicialista, se achica con riesgo cierto de achicarse aún más. Y las células "disidentes" están tan lejos de reunir una masa crítica que las convierta en importantes, que están dejando de ser atractivos para los votantes. Hoy parecen irse a las antípodas del dogma de Perón: "No somos sectarios y excluyentes". Es más, algunos casi son hasta elitistas. Así mientras sus plazos se agotan, aumenta el costo de la próxima campaña, no sólo en "efectividades conducentes", sino en la búsqueda de argumentos convincentes y perdurables.

Cambia Jujuy hoy es solamente el GM, su gestión, su voluntad y sus objetivos. Y sus declaraciones las que también, y ya demasiado, irremediablemente se repiten. Con los últimos chisporroteos, sólo logró que los distraídos se enciendan con su enésima negativa a buscar la reelección, y la reiteración de su monolítica vocación presidencial (algo que recita desde el 2021). Hoy en Canadá, acompañado por la primera dama jujeña Tulia Snopek, busca contactos para la minería moderna mostrándose en el papel dual de mandatario y precandidato. GM se apalanca en la visión de futuro que busca instalar en la Provincia, pero el catálogo de hechos y buenas ideas de Jujuy son una modestísima parte en el mayúsculo escenario nacional, donde no encontrarán aceptación automática. Para colmo, mientras los plazos se vienen encima, Facundo Manes su adversario interno, aún sin tener para mostrar nada más que voluntad y un discurso atrayente y casi impolítico, asoma cada día mejor posicionado.

Los plazos que se cumplen incluyen la espera de los jujeños por saber cómo se cubrirán las vacantes en el Superior Tribunal de Justicia; o cuáles serían los temas de una posible reforma constitucional (porque el GM dejó claro dentro de la sinuosidad de sus dichos: la rere no, pero muchas cosas más, son imprescindibles). También se agotan los tiempos para imaginar el nacimiento de un nuevo gran acuerdo político en la Provincia. Como se ve, no hay plazo que no se cumpla. Que las deudas se paguen deberá ser motivo de otra entrega del Pulso de la Semana.

 

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