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¿La Iglesia católica a favor o en contra de la actividad minera?

Jueves, 16 de junio de 2022 00:59

Por WALDO CHAYLE, Geólogo Jujeño.

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Por WALDO CHAYLE, Geólogo Jujeño.

En estos tiempos donde todo transcurre con mucha velocidad, por ejemplo, la tecnología, comunicaciones, educación, también parece haber surgido una rama de la Iglesia Católica, algo así como la Ecoteología, que no está mal, porque sería una institución más para el cuidado del ambiente.

En todo el mundo comenzó un movimiento para preservar el ambiente. Todos los habitantes estamos interesados en evitar la contaminación del aire, el agua y suelo, y evitar el calentamiento global, como consecuencia de la actividad humana y en el caso particular, la minería.

El problema surge cuando no están muy claros los objetivos de ciertos movimientos sociales que se manifiestan oponiéndose a la minería con el argumento de provocar la actividad, graves problemas de contaminación de suelos, agua y utilización de agua en cantidades impresionantes en perjuicio de comunidades residentes en la región.

A esos movimientos y reclamos, algunos representantes de la Iglesia Católica se adhieren.

Como resultado de la participación de ciertos sectores de la Iglesia, esta termina por dividirse en tres grupos: los que se oponen a la minería, los que proponen un dialogo y los que no se pronuncian por el tema minero.

En algunas provincias la oposición por parte de activistas ambientales es muy fuerte, por ejemplo en las provincias de Chubut, Río Negro, Mendoza, Catamarca y La Rioja. Muchas personas que son trabajadores mineros y otras que no trabajan en minería, creen posible en una actividad productiva sin contaminación, piensan que una gran cantidad de gente, tendrán trabajo para llevar alimentos a su familia, para tener mejor calidad de vida y los negocios podrán mejorar sus ventas, nacerán nuevos empresarios o proveedores. Sin embargo, se percibe una desilusión cuando algunos sectores de la Iglesia apoyan a movimientos anti mineros.

La iglesia o cualquiera de los que se oponen a la minería, inclusive los que creen en la minería responsable, en el caso de detectar contaminación u otras irregularidades ya sea durante la preparación o durante la explotación de un yacimiento minero pueden proceder con el rigor necesario, con las pruebas pertinentes y las denuncias correspondientes. Por otra parte, el Estado en el caso de corroborar irregularidades y no proceder a subsanarlos, las autoridades competentes pueden proceder al cierre del establecimiento minero hasta lograr la reparación de los inconvenientes, pero, no puede alguien predecir y oponerse a una supuesta contaminación del ambiente o suponer falencias durante el proceso minero. Tenemos que confiar en nuestros técnicos y profesionales que son los especialistas, caso contrario estamos desconfiando de su formación y capacitación.

Los grupos disidentes que son apoyados por algunos representantes de la iglesia, se manifestaron con dureza contra los representantes de la iglesia que no se expresan a favor.

Otros representantes de la iglesia hacen referencia a la encíclica del "Laudato Si" definido por el papa Francisco y se ofrecen para ser moderadores o interlocutores y llegar a un entendimiento entre las partes. Esta propuesta es imposible que prospere, por cuanto los que se oponen a la minería, es simplemente eso, "no a la minería". No hay otras alternativas. La iglesia no debería entrar en estos debates, porque tiene que estar indefectiblemente de un lado o del otro lado y la cuestión es que debe estar en ambos lados con igual medida. Se posiciona en un lado o en medio de un conflicto político-técnico que desfigura el verdadero objetivo o propósito de la Iglesia.