"Celebramos 10 años de labor de este equipo formado en 2012 con mucha voluntad, hoy siendo un grupo interdisciplinario con especialistas en nefrología, urología, gastroenterología, neurocirugía, neurología, trabajo social, nutrición y enfermería, en permanente interacción con mamás y papás para ayudar, acompañar y enseñar procedimientos para que puedan hacerlos a diario y asegurar así el máximo de calidad de vida". Los conceptos pertenecen a Angélica Guzmán, miembro del equipo de mielomeningocele del Hospital Materno Infantil.
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"Celebramos 10 años de labor de este equipo formado en 2012 con mucha voluntad, hoy siendo un grupo interdisciplinario con especialistas en nefrología, urología, gastroenterología, neurocirugía, neurología, trabajo social, nutrición y enfermería, en permanente interacción con mamás y papás para ayudar, acompañar y enseñar procedimientos para que puedan hacerlos a diario y asegurar así el máximo de calidad de vida". Los conceptos pertenecen a Angélica Guzmán, miembro del equipo de mielomeningocele del Hospital Materno Infantil.
Agregó que apuntan a visibilizar esta patología que se presenta con múltiples manifestaciones, mencionando que en la provincia hay 160 niños que transitan la enfermedad, "aunque a la fecha 43 se encuentran activos, es decir, en tratamiento y acudiendo a controles periódicos".
El mielomeningocele (MMC) es una falta del cierre de los huesos de la columna quedando desprotegidos y expuestos la médula espinal y los nervios, ocasionando alteraciones en intestino y vejiga por ausencia de sensibilidad sobre micción y defecación y de la función motora en miembros inferiores, principalmente.
Para evitar que los nervios se dañen, se programa el nacimiento por cesárea y se opera en los primeros días de vida.
Ocurre también que niños con MMC, presenten hidrocefalia, chiari y/o médula anclada.
Según informó, el MMC no obedece a una única causa sino que estarían implicadas múltiples situaciones: un factor genético predisponente (mayor riesgo si existe algún familiar con el mismo trastorno),
falta de ácido fólico, desnutrición materna, enfermedades previas o algún tipo de medicación crónica, consumo de sustancias, entre otros.
El riesgo puede ser reducido en forma importante mediante con indicación de ácido fólico desde los 3 meses antes de la concepción y durante el primer trimestre del embarazo. Se trata de una vitamina que se encuentra en frutas y verduras, legumbres, pollo, panes y cereales fortificados y también en preparados farmacéuticos.
El equipo de Mielomeningocele del Hospital Materno Infantil atiende los miércoles, en el horario de 8 a 12. Por turnos, se encuentra a disposición el teléfono 388-4245005, interno 302.