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Los incas entregaron recursos mineros a los conquistadores

Jueves, 18 de agosto de 2022 01:01

Por: WALDO CHAYLE, GEÓLOGO JUJEÑO

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Por: WALDO CHAYLE, GEÓLOGO JUJEÑO

Cuando los españoles comenzaron la conquista de América, entre otros intereses, estaban el de la minería. En los primeros viajes desde España, trajeron herramientas y trabajadores mineros. Desde la llegada de los españoles hicieron amigos en las comunidades originarias y de autoridades incas, eso facilitó para que se apoderaran de las riquezas personales de los nativos, luego, de las minas de oro y plata en la región andina.

En 1532, Francisco Pizarro supo de la existencia de las minas del Collasuyo, por medio del inca Atahualpa, quien fue hecho prisionero y le habría comentado sobre las minas del oro aluvional en la región. En este caso probablemente la revelación fue para conseguir algún beneficio, que finalmente no se dio.

El primer español que llegó a Jujuy fue Diego de Almagro en 1535, cuando con su tropa militar se dirigía a Chile. En Jujuy habría pasado por las pampas de Puesto del Marquez, Guayatayoc, Salinas Grandes hasta Chicoana, en Salta, y desde allí a Chile. En este recorrido, en principio es llamativo, porque no tuvieron inconvenientes con los originarios, excepto alguna escaramuza en Casabindo.

Según investigadores, Almagro estuvo acompañado nada más y nada menos de Willac Umu, supremo sacerdote del Tawantinsuyu. El otro acompañante era Challku Yupanki, sacerdote del Sol en Copacabana y gobernador del Collasuyu, y también estuvo Paullus, uno de los hijos del Manco Capac, poderoso inca del Perú. Esto explicaría el viaje sin inconvenientes de Almagro y habría sido el viaje en donde hubo varias infidencias de los incas con los españoles y seguramente Almagro tomaba notas de los comentarios, especialmente, de los recursos mineros. Otros investigadores sostienen que el acompañamiento era para traicionar a Almagro durante el recorrido, lo cual no ocurrió porque Almagro regresó sano y salvo al Perú.

Siempre hubo diferencias entre los aborígenes con respecto a tener vínculos con los conquistadores, estaban los que querían tener buenas relaciones con los españoles y los que se oponían a entregar o mencionar las riquezas minerales. Paullus quien había acompañado a Almagro en el viaje a Chile, luego se unió a los Pizarro, enemigos de Almagro.

El Huayna Capac, poderoso inca del Perú, era el dueño de la mina más importante de Bolivia en esa época, la Mina Porco, junto a su hijo Paullus decidió entregarla a los españoles a pesar de la oposición de su hermano Manco. Paullus se ocupó de convencer a las comunidades aledañas para la entrega de la mina en el año 1538.

Con respecto a Mina Potosí, también ubicada en Bolivia y conocida mundialmente por su riqueza en minerales de plata, según relatos, habría sido descubierta accidentalmente por un indio pobre llamado Diego Huallpa, que recorriendo con sus llamas se le hizo la noche en el campo y debido al frío intenso, acomodó unas piedras y prendió fuego unas leñas. Al día siguiente vio que las piedras se habían derretido por el fuego, eran los minerales de plata. La versión más reciente indica que Diego Huallpa no era tan pobre, porque Diego Huallpa era hijo del Señor de Chumbivilcas, encargado de los emblemas del poder del inca e íntimo de los incas gobernantes. Esta teoría indicaría que el hallazgo no fue casual, e intencionalmente les avisó a los españoles sobre la mineralización de Potosí. A partir de los trabajos en Mina Porco y Potosí en el año 1545, comenzó una invasión de exploraciones hacia el sur y oeste de Bolivia, incluso llegando a la Puna jujeña y obviamente en este desplazamiento, estaban los aborígenes que informaban a los españoles los lugares mineralizados facilitando el ingreso y los que intentaban ocultar las riquezas mineras, incluso combatiendo al enemigo.

 

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