Se habla de milagro en Obispo Trejo, Córdoba. Un vecino grabó un video del desastre que hizo el fuego a la entrada del pueblo y mostró que la gruta del Gauchito Gil quedó intacta en un lugar que había sido arrasado por las llamas.
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Se habla de milagro en Obispo Trejo, Córdoba. Un vecino grabó un video del desastre que hizo el fuego a la entrada del pueblo y mostró que la gruta del Gauchito Gil quedó intacta en un lugar que había sido arrasado por las llamas.
El hombre sintió curiosidad y quiso saber hasta dónde había llegado el fuego. Con su teléfono celular hizo una recorrida mostrando las hectáreas quemadas y encontró la gruta del santo pagano sana y salva.
“Se quemó el triángulo de la entrada al pueblo, pero casualmente miren lo que no se quemó. Donde está el Gauchito Gil el pasto no se quemó”, relató asombrado el vecino.
Como cada 8 de enero, cuando se recuerda la muerte del “Santo del Pueblo”, los fieles peregrinan hasta el histórico santuario ubicado en el cruce de las rutas 119 y 123, a 8 kilómetros de Mercedes, Corrientes, y a 243 de Resistencia, Chaco.
En la fiesta todo es rojo: banderas, velas, cruces, atuendos y vinchas del color que identifican al santo pagano.
Salud, dinero, trabajo, amor o hasta un milagro, lo promeseros creen que el Gauchito Gil todo lo concede. Mito o leyenda, en su provincia natal se lo venera desde hace más de 100 años y el culto se extendió al resto del país.
Para hacerle un pedido al gauchito, se escribe en una cinta roja lo que se necesita y se la deja por la noche sobre la rama de un árbol, de un alambrado o en un palo clavado en la tierra.
También los creyentes encienden una vela colorada y, con la cinta del mismo color a modo de rosario, se le reza una oración. Hay personas que le encienden una vela colorada en un cruce de caminos y hacen el pedido.
Dicen que, si vas por la ruta y te cruzas con un santuario del gauchito, tenés que tocar la bocina para saludarlo.