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43 años al servicio de la comunidad y la parroquia

Telesforo, una vida marcada por la solidaridad, en un pueblo que sufrió hambre y despidos.

Domingo, 07 de agosto de 2022 09:34

"El hombre más antiguo de la parroquia", así lo presentaron los sacristanes que recibieron al equipo de El Tribuno en la iglesia San Cayetano de Palpalá.

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"El hombre más antiguo de la parroquia", así lo presentaron los sacristanes que recibieron al equipo de El Tribuno en la iglesia San Cayetano de Palpalá.

De familia legionaria, abuelo y madre devotos. Sintió el llamado al servicio desde chico, colaboraba en la misa como monaguillo, pero también participaba en las actividades pastorales. Don Palacio explicó que sus actividades más comprometidas fueron cuando se convirtió en padre a los 21 años, entonces tomó la responsabilidad de dar clases de catequesis. Recordando años duros, nos confesaba que trabajó siempre en el área privada, en una empresa que quebró y lo dejó desganado, pero aún con las fuerzas de un joven que podía realizar todo tipo de "changas" para ayudar a su familia. Fue en ese entonces que se aferró a la fe por San Cayetano.

Luego se integró, con su esposa y sus hermanas, a trabajar en lo que se conoció como "la empresa siderúrgica más grande de Latinoamérica". Vivió el auge de Altos Hornos Zapla y el contraste cuando sufrieron los despidos masivos fue lo que determinó su resiliencia y marcó para siempre su manera de ser.

Con sus hijos estudiando en el colegio, se hizo cargo de la acción social, era la ayuda que enviaban del gobierno nacional para todos los desempleados. "Recibíamos la mercadería. Había mucha hambre, los niños lloraban porque la comida, en su mayoría, eran cereales y de mala calidad. Estaban acostumbrados a cosas ricas".

Luego formó comedores que fueron claves para resguardar a los niños que quedaron a cargo de sus hermanos mayores, porque sus padres habían emigrado a otros lugares en búsqueda de trabajo. "Había muchos bebés al cuidados de sus abuelos también".

Duró muchos años en Acción Social hasta que Cáritas tomó la responsabilidad, "y por decisión del sacerdote empezamos a trabajar juntos".

Por su trayectoria, fue reconocido como colaborador del sacerdote en la administración de los asuntos relacionados con la parroquia San Cayetano, luego fue ministro de la sagrada comunión y ahora se desempeña como uno de los más antiguos sacristanes de la institución. Con 72 años, afirma que todos los días sigue ayudando a la gente y sirviendo a la iglesia mientras la vida se lo permita.