¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

20°
26 de Abril,  Jujuy, Argentina
PUBLICIDAD

El registro de minas en la historia de la Puna jujeña

Jueves, 01 de septiembre de 2022 01:01

Por WALDO CHAYLE, GEÓLOGO JUJEÑO.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Por WALDO CHAYLE, GEÓLOGO JUJEÑO.

La Puna jujeña es una región desértica, montañosa con depresiones topográficas cubierta por salares. Resalta la ganadería de camélidos y muy escasa o nula la agricultura, sin embargo, desde tiempos inmemoriales, hasta el día de hoy, siempre fue un espacio de interés por la presencia de minerales. Los incas, cuando comienzan la conquista en la región andina, entre otras cuestiones se preocuparon por la organización de la actividad minera. Fueron los incas quienes utilizaron técnicas de explotación y tratamiento de minerales, que posteriormente, los españoles las utilizaron para los trabajos de minería.

Durante la conquista y colonización, incluso hasta después de la independencia de nuestro país, en la Puna jujeña hubo una situación particular, respecto al registro de minas, debido a problemas de límites geopolíticos. El registro debía hacer en la autoridad más cercana, porque la corona les otorgaba un derecho, que no implicaba propiedad de la tierra y tenían que pagar el 20%, o "quinto real", de lo producido para las cajas reales.

En los primeros años de la conquista española, la Puna y la región de Atacama que cubría el sector oriental de la actual Puna jujeña pertenecía a Bolivia, ambas correspondían al Virreinato del Perú. En el sector occidental de la Puna no estaban bien definidos los límites geopolíticos con Bolivia. Cuando comienza la conquista, la autoridad de la Audiencia de Charcas llegaba hasta los límites del Virreinato del Perú. Luego de la creación del gobierno del Tucumán, el límite con Bolivia siempre fue un conflicto. En 1528 fue fundada la ciudad de Salta y en 1593 se fundó la ciudad de Jujuy. En la segunda mitad del siglo XVI continuaba el problema de límite. Para la Gobernación del Tucumán era desde Calahoyo hacia el sur, Bolivia consideraba el límite una línea de este a oeste desde Cangrejillos hacia el norte.

Toda esta historia determinó que los primeros mineros en la Puna registraran las minas en Bolivia. Con la creación de la gobernación del Tucumán los registros realizaban algunos en autoridades de la Gobernación y otros en Bolivia. Después de la fundación de Salta, los mineros ingresaban a la Puna jujeña y registraban las minas en Salta o en Bolivia. Cuando se fundó la ciudad de Jujuy, los registros mineros se realizaban en Salta, Bolivia o en Jujuy. En el año 1879 durante la guerra del Pacífico, Chile se apodera del territorio atacama de Bolivia que incluía parte importante de la Puna jujeña. En este período los mineros del sector de "Atacama jujeño" consideraban que el registro debían hacerlo en Chile.

Como resultado, el Registro de Minas lo realizaban en Chile o Bolivia, también registraban en Salta o Jujuy y en 1899 Chile entrega la parte de Atacama correspondiente a Argentina, que pasa a denominarse "Territorio Nacional de los Andes", con gobernador propio. Por lo tanto los mineros que descubrían minas en esta parte de la Puna debían registrar las minas en Buenos Aires. En 1943, el territorio nacional se anexa a la provincia de Jujuy.

Los registros de minas no eran útiles para los controles de la actividad minera, porque se realizaban en diferentes provincias o países. Esta situación se generaba a veces por desconocimiento, desactualización, intereses personales o sabían que las minas ya estaban registradas en una región, entonces las registraban en otra región para reclamar el derecho a la propiedad.

Jujuy intentó controlar estas irregularidades con el nombramiento de autoridades específicas para la actividad minera, sin embargo no pudo ser controlada por mucho tiempo. En la provincia de Jujuy recién a partir del año 1884 comenzó un registro único de minas.