"Gracias por haberme acompañado a lo largo de todo este tiempo, un tiempo que fue de gracia y fue también de purificación interior", decía monseñor Marcelo Palentini en el 2011 sobre la enfermedad que terminó con su vida pocos meses después. Supo ser el obispo de Jujuy durante 16 años en los que recorrió palmo a palmo cada rincón de la jurisdicción y se ganó el corazón de los fieles con su carisma.
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"Gracias por haberme acompañado a lo largo de todo este tiempo, un tiempo que fue de gracia y fue también de purificación interior", decía monseñor Marcelo Palentini en el 2011 sobre la enfermedad que terminó con su vida pocos meses después. Supo ser el obispo de Jujuy durante 16 años en los que recorrió palmo a palmo cada rincón de la jurisdicción y se ganó el corazón de los fieles con su carisma.
En la víspera habría cumplido 79 años y hoy son 11 desde su fallecimiento, jornada en la que miles de jujeños se acercaron a despedirse del padre obispo, como le gustaba que lo llamen.
La coincidencia con la misa dominical seguramente será oportuna para que se ore por su alma y a la par dar gracias por su fructífera labor como pastor.
Monseñor Marcelo Palentini nació en Caldongno (Italia) el 17 de septiembre de 1943, fue ordenado sacerdote en la Congregación de los Sacerdotes del Corazón de Jesús (Dehonianos) el 27 de junio de 1970 y fue ordenado obispo de Jujuy el 7 de octubre de 1995 con el lema "Venga tu Reino".
En la actualidad distintas instituciones, bandas de sikuris y hasta un premio lleva su nombre; y su recuerdo perdura intacto.