La festividad de la Epifanía del Señor se vive con profunda solemnidad pero también con profunda religiosidad popular en San Pedro, y convoca a niños y jóvenes adoradores que salen danzando por las calles hasta llegar al atrio del templo matriz a saludar al Niño de Belén.
inicia sesión o regístrate.
La festividad de la Epifanía del Señor se vive con profunda solemnidad pero también con profunda religiosidad popular en San Pedro, y convoca a niños y jóvenes adoradores que salen danzando por las calles hasta llegar al atrio del templo matriz a saludar al Niño de Belén.
En el marco del Jubileo de los 250 años de la creación de la parroquia San Pedro de Río Negro, esta tarde a partir de las 18 se realizará la concentración de pesebres; a las 19 participarán de la misa que se oficiará en el atrio del templo matriz, presidida por el padre Daniel Alberto Baca; a las 20, tendrá lugar el pasaje de adoración, tradición arraigada en los corazones, donde integrantes de los distintos pesebres del departamento saludarán al Niño de Belén.
Como cada año, la parroquia convoca a los pesebres comunitarios, familiares y de las capillas, al tradicional encuentro que tiene matices multitudinarios donde junto a sus músicos y niños adoradores, marcan presencia en una de las fechas especiales y coloridas dentro del tiempo navideño. Llegados de distintos puntos del departamento del Ramal jujeño, en horas de la tarde se van dando cita a para ocupar los primeros lugares y una vez finalizado el oficio religioso, dar inicio a las adoraciones frente al pesebre central ubicado en atrio del templo.
Otra de las estampas significativas será la presencia de los Reyes Magos de Oriente, que será recreada por servidores de las comunidades, que vestidos a la usanza presentan sus ofrendas al Niño Jesús, haciendo las delicias de los niños y familias asistentes.
Gran entusiasmo
Cada pesebre trae al presente esta singular tradición junto a los niños adoradores que con su colorida y variada vestimenta, presenta sus coreografías de danzas de adoración que tienen matices especiales del ayer. Sin lugar a dudas que cada encuentro de pesebres permite a la feligresía disfrutar del entusiasmo de niños y jóvenes al que también se suman numerosos adultos, sintiéndose parte del encuentro que inunda el aire de música navideña de adoración. Finalizando la adoración, se vivirá el tradicional “topamiento” de niños, momento muy especial que marcará la despedida de cada pesebre, que luego de un compartir refrescante preparado por los anfitriones, regresará a su comunidad, danzando por las calles de la ciudad.