La demanda del servicio de transporte gratuito de media distancia para ir a votar fue mayor a la esperada. Ayer la terminal de ómnibus se colmó de gente que esperó por horas partir hacia su localidad de origen a emitir su voto. Desde la Dirección de Transporte informaron que el servicio se desarrolló con normalidad.
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La demanda del servicio de transporte gratuito de media distancia para ir a votar fue mayor a la esperada. Ayer la terminal de ómnibus se colmó de gente que esperó por horas partir hacia su localidad de origen a emitir su voto. Desde la Dirección de Transporte informaron que el servicio se desarrolló con normalidad.
La terminal "General Manuel Eduardo Arias" estuvo poblada por largas filas y la espera causó pesar en las personas que aguardaban. "Los servicios gratuitos para los electores se están desarrollando con normalidad, está teniendo mucha demanda, más de la esperada", afirmó al respecto Rafael Ortuño, coordinador de Transporte de la provincia.
Aseguró que los coches comenzaron a partir desde las 9 de la mañana y no se podía cuantificar cuántas unidades estaban disponibles porque salían a demanda. "A comparación de la anterior elección, ahora hay más gente para ir al ramal que en la elección pasada", explicó y reconoció que hubo retraso por la demora que tienen los colectivos al hacer el viaje de ida y vuelta.
Para los destinos más alejados como Abra Pampa y La Quiaca, dijo que entre uno y otro servicio tenían un margen de media hora a 45 minutos e iban repletos. Además, dijo que mucha gente al llegar a destino se quedaba en la localidad para volver al día siguiente.
"Yo voy a votar a Ledesma, pero la otra gente va a votar a Caimancito. Estoy esperando desde las 7 y me dicen que espere hasta las 11 que ya vienen las líneas para llevarnos y no pasa nada, ya es la hora. Estoy cansada de estar parada aquí y no hay en qué ir, está haciendo calor, no tengo dinero y no hay dónde sentarse", explicó en ese sentido Berta Elena Ibáñez, de 73 años.
Otro de los mayores que estaba en la fila, Alfredo Chávez, sostuvo que estaban allí desde hace más de dos horas para poder viajar a Libertador, y aunque se esperaba que saliera a las once, no se estaba cumpliendo con el horario. Alberto Tarcaya también esperaba desde las 9 y aseguró que en esta ocasión sí hubo retraso. Explicó que venía de Palpalá para ir a Libertador donde se jubiló, ya que solía trabajar en la empresa Ledesma.
Para Miguel Quinto, la espera le generaba pesar porque estaba con sus niños. "Yo todavía tengo que ir a Santa Clara", expresó preocupado. "La espera es tremendamente larga, nosotros salimos a las 6 de la mañana, para estar esperando así, son las once y salió un solo colectivo a La Quiaca, a las nueve, fueron 60 o 70 personas y mire la cantidad que somos y nadie da respuestas, ni las autoridades de Transporte", dijo Celso Serapio. Sostuvo que para la elección de las Paso la espera fue igual y lamentó que no hubiera lugar para sentarse y no contaran con agua tampoco.
En tanto Gregorio Cari, a pesar de su avanzada edad, resistía la espera para ir a La Quiaca asumiendo que debe viajar. "Tengo que votar por mi familia. Los familiares que tengo en Pocitos hace cuatro meses que no les pagan, son seis profesores y no cobran", afirmó.