Labor loable donde la ayuda permanente tiene un gran valor es la que se hace desde el merendero “Sonrisas”, un espacio que ayuda y alimenta a los niños de Remanente 1 en Alto Comedero.
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Labor loable donde la ayuda permanente tiene un gran valor es la que se hace desde el merendero “Sonrisas”, un espacio que ayuda y alimenta a los niños de Remanente 1 en Alto Comedero.
Las sonrisas se multiplican en este lugar que abraza los corazones solidarios a través de acciones que dicen mucho más que las palabras. Es que desde el merendero, ofrecieron un agasajo especial a las madres mediante una cena con regalos y bandejas con bocaditos dulces.
integrantes prepararon mini lemon pie para celebrar a las madres trabajadoras y a las delegadas de la cooperativa “15 de Julio Unido Ltda.” El equipo de trabajo que acompaña la intención de “Sonrisas” está siempre predispuesto a sumar en cada proyecto que aparece para crecer y desarrollarse plenamente.
Entre otra de las acciones del merendero está el preocuparse por el bienestar de la comunidad, por ello, se efectuaron cortes de cabello y peinados en niños y adultos, de manera libre y gratuita. Es así que en comunión con la causa y abocados a seguir trabajando para superarse más, desde “Sonrisas” participaron de la jornada de capacitación de los centros de atención familiar -CAF- de todo Alto Comedero, realizado en el multiespacio “El Alto”. De esta actividad, que fue organizada por el Ministerio de Desarrollo Humano de Jujuy, fue parte la entidad sin fines de lucro y Roberto Marcelo Palavecino, quien siempre colabora con el merendero.
Es que desde este espacio se efectúa a diario la gran tarea de ayudar, gracias a la elaboración de los alimentos que se proveen con amor. Las manos colaboradoras realizan exquisiteces como arroz con leche, anchi y chocolatada, entre más propuestas dulces que comparten a diario los niños. Junto al alimento, también está la donación de indumentaria destinada a quienes menos tienen que se hace presente y se reparte en comunidad. Como cada vez que se celebra el Día del Niño, el merendero enciende sus intenciones y se renueva en el quehacer para dar lo mejor a los más pequeños y este año no fue la excepción.
Y es así que en Remanente 1 se centralizó la fiesta mediante un chocolate con facturas y pancitos de leche. También, gracias a la colaboración genuina de almas solidarias, la diversión se percibió en el aire. Hubo cama elástica y golosinas. Los peloteros, gracias al director del Nido “ARA San Juan”, Daniel Petruel; donación de juguetes a cargo del comedor “Granito de Arena”, Roxana y Sonia Maizares, peluches tejidos por Mariana Romero y cupcakes desde Dulce Travesura -CAF- y comedor “Estrellita”. Es importante mencionar que el grupo de trabajo siempre está predispuesto a los proyectos, promoviendo con sus mejores esfuerzos la hermosa labor de regalar una sonrisa a cada uno de los pequeños.