Uno de los problemas de visión más comunes y que más afectan a las personas en el mundo es la miopía, un trastorno en el que se puede ver con claridad de cerca, pero se ven borrosos los objetos que están lejos. Según la entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, Mayo Clinic, este problema se produce cuando “la forma del ojo hace que los rayos de luz se inclinen (refracten) incorrectamente, lo que enfoca las imágenes delante de la retina en lugar de sobre la retina”.
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Uno de los problemas de visión más comunes y que más afectan a las personas en el mundo es la miopía, un trastorno en el que se puede ver con claridad de cerca, pero se ven borrosos los objetos que están lejos. Según la entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, Mayo Clinic, este problema se produce cuando “la forma del ojo hace que los rayos de luz se inclinen (refracten) incorrectamente, lo que enfoca las imágenes delante de la retina en lugar de sobre la retina”.
Pero, ¿en qué momento puede aumentar la miopía? Este “defecto refractivo que provoca una mala visión de los objetos lejanos”, de acuerdo con la Clínica Baviera, puede desarrollarse a una temprana edad, más o menos entre los 6 y 8 años. Sin embargo, este trastorno tiende a “aumentar durante la etapa de crecimiento y desarrollo de la persona, deteniéndose sobre los 18 años”.
Los padres deben estar atentos a sus hijos, ya que este problema visual suele detectarse regularmente en la niñez, cuando los infantes inician la vida escolar. Algunas observaciones que se deben hacer es cuando los niños miran televisión (si necesitan estar muy cerca), cuando van al cine y cuando frotan sus ojos a menudo.
Las señales más comunes que alertan la presencia de miopía se centran en problemas para ver cosas que están lejos, la necesidad de entrecerrar los ojos para ver claramente y fatiga ocular, que ocurre cuando los ojos se sienten cansados o adoloridos. De acuerdo con los especialistas, algunas personas con miopía pueden presentar dolores de cabeza, pero no es un síntoma muy común.
No obstante, si la enfermedad no está avanzada, es posible que el paciente no presente ningún síntoma, por lo que la recomendación es la misma y tiene que ver con que las personas deben acudir de manera regular al especialista para practicarse exámenes.
Por su parte, la miopía se puede corregir con tres opciones: gafas, lentes de contacto y con procedimiento quirúrgico. El Instituto Nacional de Ojos de Estados Unidos explica en qué consiste cada uno de ellos:
- Gafas: esta es la alternativa más común y sencilla de tratar la miopía. El médico que atiende el proceso recetará unas gafas según sea el problema. Estas mejorarán la vista de lejos y corregirán, al mismo tiempo, el problema.
- Lentes de contacto: es una gran opción si se utilizan de la forma correcta. Aunque es una buena alternativa, no funciona para todas las personas. Por eso es importante visitar al doctor y verificar si funciona para el caso en específico.
- Cirugía: este procedimiento disminuye o elimina, según sea el caso, la necesidad de usar gafas o lentes de contacto. Existen diferentes cirugías refractivas, por lo que se deben consideran con los expertos.
¿Qué tipos de miopía existen?
Existen diversos casos, además de la miopía simple. Está la miopía magna, alta miopía o miopía patológica. Una de las más complejas es la miopía magna, ya que, en algunos casos, continúa aumentando a lo largo de toda la vida adulta del paciente y “puede provocar otros problemas como el desprendimiento de la retina y/o la pérdida de visión”, precisó la Clínica Baviera.
¿Cuáles son los factores de riesgo?
Los expertos aseguran que cualquier persona puede tener miopía, pero su riesgo aumenta si miembros de su familia también son miopes. De igual forma, según Mayo Clinic, algunos estudios apoyan la idea de que pasar poco tiempo al aire libre puede aumentar las probabilidades de desarrollar miopía, aunque se requiere más certeza científica.
Por su parte, la Clínica Baviera precisó unas actividades que podrían vincularse con mayores probabilidades de ser miope, ya que requieren un mayor esfuerzo de la vista a corta distancia. Por ejemplo, jugar con videojuegos, usar el teléfono móvil y leer en dispositivos electrónicos. Sin embargo, “aunque exista mayor prevalencia de miopía en niños que realizan estas actividades, esta cuestión aún no ha sido demostrada con rigor científico”.