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Neumonía: la vacuna es clave ante la principal causa global de muerte infantil

Esta enfermedad infecciosa es la primera condición de muerte en niños en todo el mundo, según la Organización Mundial de la Salud. En el Día Mundial contra la Neumonía, cuáles son los síntomas, causas y tratamientos.

Domingo, 12 de noviembre de 2023 10:40

Mucha gente asocia la neumonía con un padecimiento frecuente de las personas mayores, pero la realidad es que esta enfermedad infecciosa es la que más muertes de niños ocasiona en todo el mundo.

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Mucha gente asocia la neumonía con un padecimiento frecuente de las personas mayores, pero la realidad es que esta enfermedad infecciosa es la que más muertes de niños ocasiona en todo el mundo.

Cada año, más de 700.000 niños menores de cinco años mueren de neumonía, de los cuales más de 153.000 son recién nacidos, un grupo especialmente vulnerable a la infección. Representa el 14% de todas las defunciones de menores de 5 años y en 2019 provocó la muerte de 740.180 niños, según la OMS.

Miles de niños y niñas carecen de acceso a los servicios de salud y los tratamientos esenciales, una situación intolerable que impide prevenir la neumonía y salvar sus vidas. El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, UNICEF, advierte que, todos los días muere al menos un niño cada 45 segundos a causa de la neumonía, siendo la enfermedad infecciosa que más muertes ocasiona en niños de todo el mundo. Sin dejar de lado que los adultos mayores de 65 años también tienen un riesgo mayor, pues, el sistema inmunitario generalmente se debilita a medida que la gente envejece.

Dadas las cifras, es importante tener en cuenta que la neumonía puede ser una infección respiratoria grave, por esta razón se deben tomar medidas para intentar prevenirla. Cabe destacar que, la neumonía representa el 81% de las causas de muertes por infecciones neumocócicas, por lo que resulta fundamental redoblar esfuerzos a fin de evitar infecciones respiratorias agudas que provoquen hospitalizaciones y fallecimientos.

En la región, el neumococo es el segundo agente que causa neumonías adquiridas en la comunidad que requieren hospitalización, sólo después del virus sincicial respiratorio. Si bien la susceptibilidad a las infecciones por neumococo es universal, estas son más frecuentes entre los 2 meses y los tres años y también después de los 65 años.

¿Cuál es la causa de la neumonía?

La neumonía es una infección respiratoria aguda que afecta a los pulmones. Hace que los sacos de aire, o alvéolos, de los pulmones se llenan de líquido o pus. No existe una sola causa, pero puede desarrollarse por la presencia de bacterias, virus u hongos en el aire. Cuando un niño se infecta, los pulmones se le llenan de fluidos que le dificultan la respiración. Los niños con sistemas inmunológicos inmaduros (como, por ejemplo, los recién nacidos) o débiles (a causa de la desnutrición o de enfermedades como el VIH) son más sensibles a la neumonía.

Diversos agentes infecciosos —virus, bacterias y hongos— causan neumonía. Los más comunes son los siguientes:

-Streptococcus pneumoniae es la causa más común de neumonía bacteriana en niños;

-Haemophilus influenzae de tipo b (Hib) es la segunda causa más común de neumonía bacteriana;

-El virus sincicial respiratorio es la causa más frecuente de neumonía vírica.

-Pneumocystis jiroveci es una causa importante de neumonía en menores de seis meses con infección por VIH, y es responsable de al menos una de cada cuatro muertes por neumonía en lactantes seropositivos al VIH.

¿Cuáles son los síntomas de la neumonía?

Dado que se trata de una infección de los pulmones, los síntomas más comunes de la neumonía son la tos, las dificultades para respirar y la fiebre. Los niños que padecen neumonía suelen tener una respiración acelerada y cuando inhalan se les hunde o retrae la parte baja del pecho (el pecho de una persona sana tiende a expandirse con la inhalación).

La neumonía es contagiosa y puede transmitirse por partículas suspendidas en el aire (con la tos o un estornudo). También puede contagiarse por otros fluidos, como la sangre en un parto, o a través de superficies contaminadas. Los virus y bacterias presentes comúnmente en la nariz o garganta de los niños, pueden infectar los pulmones al inhalarse.

Los síntomas pueden ir de leves a graves y pueden incluir tos con o sin moco (una sustancia pegajosa), fiebre, escalofríos y dificultad para respirar. La gravedad de la neumonía depende de la edad, la salud general y la causa de la infección.

¿Cómo se le diagnostica la neumonía a un niño?

Los profesionales de la salud pueden diagnosticar la neumonía realizando un reconocimiento físico; por ejemplo, analizando patrones respiratorios atípicos o auscultando los pulmones de un niño. En algunos casos, también pueden diagnosticar la enfermedad con rayos X o análisis de sangre.

En los países que carecen de sistemas sólidos de atención médica (por falta de médicos o acceso limitado a rayos X y laboratorios), muchos profesionales de la salud solo pueden diagnosticar la neumonía contando las veces que el niño respira por minuto.

Por ejemplo, si un niño de cinco meses respira 50 veces por minuto, se consideraría que respira demasiado rápido y que podría tener neumonía. El número de respiraciones con el que se considera que la respiración es acelerada depende de la edad del niño: los niños más pequeños suelen respirar a un ritmo más rápido que los mayores.

¿Cómo se trata la neumonía?

El tratamiento de la neumonía depende de su tipo. En los países en desarrollo, la causa de un gran número de casos de neumonía se debe a las bacterias y puede tratarse con antibióticos de bajo coste.

Aun así, solo una tercera parte de los niños que padecen neumonía reciben los antibióticos que necesitan porque carecen de acceso a una atención médica de calidad. Otros factores causantes de la neumonía son los virus o las micobacterias (como las causantes de la tuberculosis) que requieren otro tipo de tratamientos. La tuberculosis, en particular, a menudo no se diagnostica.

El tratamiento de la neumonía puede incluir medicamentos antibióticos, antivirales o antimicóticos. Pueden pasar varias semanas hasta recuperarse de una neumonía . Si los síntomas empeoran, debe consultar al médico de inmediato. Si la neumonía es grave las personas debe ser trasladada al hospital para que le administren antibióticos mediante una vía intravenosa (iv) y obtenga oxigenoterapia.

¿Cuál puede ser la función del oxígeno en el tratamiento de la neumonía?

El oxígeno es un tratamiento básico y vital para los niños y los recién nacidos que padecen neumonía grave, ya que la inflamación de los pulmones impide que llegue suficiente oxígeno al torrente sanguíneo.

Durante mucho tiempo, los pacientes con necesidad de oxígeno no han podido acceder a él. En un gran número de países sin sistemas de salud sólidos, el oxígeno únicamente está disponible en los hospitales y establecimientos de salud de mayor nivel. Además, la alta demanda de sistemas de oxígeno causada por la pandemia de COVID-19 ha agravado las deficiencias ya existentes.

¿Se puede prevenir la neumonía?

En primer lugar, la neumonía puede prevenirse con un refuerzo de las medidas de protección, como, por ejemplo, una nutrición adecuada, así como con la reducción de factores de riesgo como la contaminación del aire (que hace que los pulmones sean más sensibles a la infección) y la adopción de prácticas de higiene adecuadas. Numerosos estudios demuestran que lavarse bien las manos con jabón reduce el riesgo de contraer neumonía en más de un 50%, ya que disminuye la exposición a las bacterias.

La prevención de la neumonía infantil es un componente fundamental de toda estrategia para reducir la mortalidad infantil. La vacunación contra el Hib, los neumococos, el sarampión y la tos ferina es la forma más eficaz de prevenir la neumonía.

Los expertos dicen que una nutrición adecuada es fundamental para mejorar las defensas naturales del niño, comenzando por la lactancia materna exclusiva durante los seis primeros meses de vida. Además de prevenir eficazmente la neumonía, contribuye a reducir la duración de la enfermedad en caso de que el niño enferme.

También puede reducirse el número de niños que contraen neumonía corrigiendo factores ambientales como la contaminación del aire interior (por ejemplo, proporcionando cocinas de interior limpias a precios asequibles) y fomentando una higiene correcta en hogares hacinados.

¿Existe una vacuna para la neumonía?

La neumonía causada por bacterias puede prevenirse fácilmente con vacunas. Sin embargo, más de la mitad de los niños y niñas de todo el mundo no han recibido la protección que ofrece la principal vacuna para prevenir la neumonía (la vacuna antineumocócica conjugada). Actualmente se está desarrollando una nueva vacuna para una de las principales causas virales de la neumonía.

La doctora Gabriela Abalos, líder médica de Vacunas para Latinoamérica de Pfizer, advirtió que más de 95% de todos los episodios de neumonía clínica y más de 99% de muertes por neumonía que sufren los niños menores de 5 años en todo el mundo se producen en los países de bajos y medios ingresos.

“Ante esta situación, las vacunas conjugadas contra el neumococo (PCV, por sus siglas en inglés) han disminuido la mortalidad, morbilidad y discapacidad infantil asociadas a la enfermedad neumocócica. La identificación de serotipos varía según la región geográfica, edad y periodo de estudio; 6 a 11 de los serotipos más comunes causan aproximadamente 70% de todas las infecciones invasoras en niños en el mundo, de esto, los serotipos 6A y 19A fueron asociados a neumonías bacterianas. Las vacunas conjugadas actuales han demostrado un substancial impacto contra las neumonías generadas por los diferentes serotipos presentes″, resaltó Abalos.

Cada año, la neumonía causa la muerte de más de 300 mil personas en el continente americano. Si bien el impacto de esta enfermedad alcanza a todos los grupos etarios, las infecciones por neumococo se presentan con mayor frecuencia en los extremos de la vida,1,3 en el caso de los niños las cifras nos muestran que, cada año, más de 700.000 niños menores de cinco años mueren de neumonía, de los cuales más de 153.000 son recién nacidos, un grupo especialmente vulnerable a la infección. Siendo no menos alentador el panorama para los adultos mayores.

Con base en estas cifras, esta enfermedad se ubica como la quinta causa principal de muerte, sólo por debajo de las cardiopatías, accidentes cerebrovasculares, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y cáncer de pulmón, y por encima de la nefropatía, alzheimer, diabetes, cirrosis y cáncer colorrectal.

¿Dónde mueren más niños de neumonía?

Los países que registran el mayor número de muertes infantiles por neumonía se concentran en África Subsahariana y Asia: en concreto, Etiopía, India, Nigeria, Pakistán y la República Democrática del Congo. En conjunto, en estos cinco países se registran más de la mitad del total de muertes de niños menores de cinco años por neumonía.

Las muertes de niños por neumonía se concentran en los países más pobres del mundo. En esos países, los niños más desfavorecidos y marginados son los que más sufren. Suelen tener acceso limitado o nulo a servicios básicos de salud y tienen más probabilidades de sufrir otras amenazas, como la malnutrición, las enfermedades infecciosas o el aire contaminado. Generalmente, viven en entornos frágiles o humanitarios donde hay más factores de riesgo y los sistemas de salud están colapsados.

¿Qué relación tiene la contaminación del aire con la neumonía?

La contaminación del aire puede aumentar significativamente el riesgo de contraer una infección respiratoria como la neumonía. Alrededor de la tercera parte de las muertes infantiles por neumonía se asocian con la contaminación del aire.

La contaminación del aire exterior entraña un riesgo para los niños, sobre todo dadas las crecientes tasas de urbanización en países con alta carga de neumonía. Sin embargo, la contaminación del aire interior (generada por combustibles no limpios que se utilizan en la cocina y para las calefacciones) supone una amenaza mundial. La contaminación interior contribuye al 62% de las muertes infantiles por neumonía relacionada con la contaminación del aire.

Con información de la Organización Mundial de la Salud, Unicef y los Institutos Nacionales de Salud de EEUU.

Fuente: Infobae

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