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29 de Abril,  Jujuy, Argentina
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Una gran oferta para disfrutar del turismo rural comunitario

A 38 kilómetros Jujuy cuenta con un mágico lugar para disfrutar de la naturaleza rodeado de magníficos paisajes
Lunes, 18 de diciembre de 2023 00:59

Corral de Piedras, cuyo nombre alude a la existencia de construcciones ancestrales, está ubicado al este de San Salvador de Jujuy a solo 38 kilómetros por la ruta provincial 35 y accediendo desde el puente general San Martín por la calle Las Vicuñas en el barrio Chijra en dirección a las serranías que invitan a un paseo distinto.

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Corral de Piedras, cuyo nombre alude a la existencia de construcciones ancestrales, está ubicado al este de San Salvador de Jujuy a solo 38 kilómetros por la ruta provincial 35 y accediendo desde el puente general San Martín por la calle Las Vicuñas en el barrio Chijra en dirección a las serranías que invitan a un paseo distinto.

 

La cabaña se puede rentar por un costo accesible por día y tiene capacidad para seis personas y todas las comodidades.

 

La parte más difícil del camino está a la salida de la ciudad cuando se ingresa a la tierra y hasta pasar el barrio Suipacha, más exactamente el badén del río Chijra ya que a partir de allí el viajero encontrará una ruta bastante bien mantenida y un paisaje que enamora, especialmente en esta época y después de las primeras lluvias que trajeron alivio a los campesinos.

Un equipo de El Tribuno de Jujuy inició el recorrido a temprana hora de la mañana para disfrutar de un ambiente que forma parte de la Reserva de Biósfera, y se extiende hasta llegar al Parque Provincial Potrero de Yala.

Cada tramo del camino se disfruta no solo del paisaje, sino de la flora y fauna que lo complementan en una conjunción especial, casi mágica y es así como se transita un interminable y sinuoso camino a lo largo de una hora y media porque en esta zona se palpita, se vive y se disfruta de la paz y la tranquilidad.

ASADORES | UBICADOS AL COSTADO DE UN ARROYO DE AGUAS CRISTALINAS.

Una vez que se pasa el barrio Suipacha la aventura se completa al atravesar por La Cuesta, Barro Blanco, Tilquiza, bordear Payo, Cuesta Larga, Los Membrillos, y Sauzalito para desembocar en Corral de Piedras donde se disfruta del turismo rural comunitario y de las diferentes alternativas que ofrece el lugar.

Llegamos al campo de Teodoro Llañes y Joaquina Zoto, "antiguos" habitantes del lugar quienes dan la bienvenida con un vaso de agua fresca de la vertiente ubicada a solo unos metros de la casa e invita a pasar a esa cabaña que exhiben con marcado orgullo acompañado de Martires Llanes y su hermana Rosalía quienes se encargan del camping que está dotado de sanitarios y asadores.

AMPLIO COMEDOR | DE LA CABAÑA DE LOS LLANES CON CAPACIDAD PARA 6 PERSONAS

Con la sencillez y simpleza típica de la gente de campo muestran el lugar y comentan que "aquí se puede realizar trekking, cabalgatas, mountain bike, avistaje con la gran ventaja que la gente se puede hospedar en el lugar y conocer las maravillas que tenemos".

En un prolijo parque desde donde se divisa el puente sobre el río Corral de Piedras y a metros del tunel está la piedra del viejo molino que supo funcionar en el lugar y que, de acuerdo a la investigación de Julio Llañes que dejo plasmada en un libro, "según datos históricos, el molino lo hicieron construir los jesuitas en 1615. Debió haber sido importante este elemento en la vida del Valle ya que se empleó para la molienda del maíz y el trigo, los principales cultivos de la zona".

UNA ESTUFA A LEÑA | Y CAMAS CUCHETAS PARA PERNOCTAR EN EL LUGAR.

Según el autor del libro "funcionaba con una rueda con paletas salientes a manera de molino de viento, impulsada por una corriente de agua que ponía en movimiento dos piedras circulares superpuestas en forma de platillo, de un tamaño de 0,90 centímetros de diámetro con eje en el centro labrada seguramente por manos de naturales, con un estriado a manera de engranaje que trituraba los granos de maíz o trigo expulsando la harina por sus bordes al girar una sobre la otra con mayor o menor presión según como convenía moler los granos."

ESTUDIANTES JUJEÑAS | DISFRUTAN DE LA BELLEZA DEL RÍO CORRAL DE PIEDRA.

Llegado el mediodía se ofreció un almuerzo mas que acogedor, acompañados de una familia generosa que invitó un guiso de fideo frito, una sopa de triguillo y de postre anchi. A la vez relatan que "por aquí ya pasaron turistas de todo el mundo y muchos jujeños que vinieron a conocer el lugar y a disfrutar del canto de los pájaros y la paz del lugar".

Al salir del predio, se observaba a dos jujeñas estudiantes de Biología en la Unju, Majo y Celeste que disfrutaban de las frescas aguas del lugar.