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"Tenía la esperanza de que mi hijo estuviera vivo"

Beatriz Segovia perdió a su hijo Eduardo Delgadillo en un siniestro de tránsito. Eso la marcó y ahora valora más la vida.
Miércoles, 20 de diciembre de 2023 01:03
EDUARDO DELGADILLO | TENÍA 29 AÑOS Y LLEVABA 10 COMO CHOFER DE COLECTIVO.

Eduardo Delgadillo, tenía 29 años, era chofer de colectivo y pasaba largas horas conduciendo. Por ironías del destino se le extinguió la vida en una ruta durante una madrugada de verano, dejando a una pequeña hija de un año.

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Eduardo Delgadillo, tenía 29 años, era chofer de colectivo y pasaba largas horas conduciendo. Por ironías del destino se le extinguió la vida en una ruta durante una madrugada de verano, dejando a una pequeña hija de un año.

"Es muy triste volver a recordarlo, pero hay que saberlo llevar", dijo su madre, Beatriz Segovia al relatar lo sucedido a su hijo. No podía evitar quebrarse y que se le escapen algunas lágrimas al recordar los sucesos dolorosos con los que perdió a Eduardo, el 5 de febrero del 2021.

EN FAMILIA I BEATRÍZ SEGOVIA JUNTO A SUS HIJOS, AL CENTRO EDUARDO DELGADILLO

"Mi hijo había salido de trabajar, justo era día de Compadres, regresó a las 12 con un compañero de trabajo y estaban en la vereda tomando algo, cuando me fui a dormir. A las cuatro de la mañana siento que alguien entra, era el padre de Eduardo, nosotros estamos separados, en ese momento fue a comentarle a mi otro hijo lo que le habían avisado", relató. Su hijo había tenido un incidente vial en la ruta 66, a la altura de un supermercado mayorista alrededor de las 2 de la madrugada, y a su padre quien trabajaba en el turno noche de la empresa Savio, le habían comentado que falleció, pero ella aún no podía creerlo.

Junto a uno de sus hijos y a un amigo consiguieron movilidad y se dispusieron a recorrer el hospital "Pablo Soria", donde no estaba registrado, entonces fueron al hospital Snopek y tampoco lo encontraron, por lo que fueron a las comisarías. "Yo tenía la esperanza de que mi hijo estuviera vivo porque no estaba registrado. Regresé a mi casa porque el padre también fue por otros lugares; a las 7 volví y me avisaron que mi hijo estaba en la morgue judicial", recordó Beatriz, que pese al impacto tuvo que encarar los trámites que requería la situación.

"Es un dolor tan grande porque uno no cae y tuve que andar acompañada de una hija". Supo después que el tema había circulado en redes sociales porque una pareja vio que había dos personas tiradas en la ruta y que la Policía llegó y se fue a buscar el móvil a la seccional de Río Blanco. Eso la angustió al considerar que de otro modo quizás se hubiera salvado ya que su compañero solo tuvo una fractura y vivió.

Los detalles surgieron luego, el responsable del siniestro vial fue una camioneta que los habría atropellado y se fugó, abandonándolos. "Una persona que mata con un vehículo es como matar con un arma, semejante porte porque era una cuatro por cuatro", explicó y detalló que dieron con el responsable por las cámaras y los restos del vehículo. Explicó que pese a que declaró el mecánico al que ya había acudido, y testigos, el responsable sólo estuvo unas horas detenido porque no tenía antecedentes. Era una persona de un barrio cercano y, según dijo, de buen poder adquisitivo, por lo que consideró que estuvo en una lucha desigual al no poder costear un abogado que insista para lograr justicia, porque los tecnicismos legales no permitieron avanzar.

Beatriz Segovia es consciente de que, al igual que otros padres, difícilmente logre justicia respecto al responsable del incidente vial. "A veces las mamás cuando perdemos un hijo salimos a pedir justicia, pero no la vamos a tener porque si condenan es por dos años y sin ir preso. Solo llevamos el dolor de que mi hijo no está y lamentablemente dejó una niña de un añito, Estrellita quien hoy ya cumplió cuatro años", relató.

Lo recuerda como un joven pujante, trabajador y muy alegre. "Era un chico que toda la vida trabajó desde chico. Estudió, terminó el secundario, trabajó de lo que sea y a los 19 años, entró a la empresa El Urbano", recordó. Lo describió con su alegría, muy sociable, con muchos amigos, iba al gimnasio y le gustaba arreglarse. Vivía con su madre y sus hermanos Rodrigo, Gustavo, Valeria, Luciano y Mateo. "Era todo para su hermano menor Mateo; aún tengo unos videos jugando con su hermanito, haciéndolo caminar, igual que con su hijita, la amaba", recordó Segovia.

Destacó su calidez, le decía que la veía bien al verla trabajar contenta, como repostera desde su casa. "Venía, me tocaba los pies, me cerraba la ventana, era tan amiga de mis hijos que para mí él se fue de viaje. Tengo una foto y todos los días lo saludo, le prendo velas", afirmó.

 

“Es una estrella que me ilumina“

JUNTO A SU HIJA ESTRELLITA

BEATRIZ SEGOVIA | EN UN ACTO DE ESTRELLAS AMARILLAS, CON LA IMAGEN DE SU HIJO.

“Es re doloroso perder a un hijo de esta manera”, afirmó Segovia. Contó que ésta súbita pérdida le significó muchos aprendizajes sobre lo efímero de la vida y tuvo que sobreponerse porque detrás tenía a sus otros hijos.

“Aprendí a apreciar, a valorar la vida, porque en un segundo te podes ir y no volver”, relató. Su lucha debía continuar para que la vean de pie. A un mes y medio del nuevo aniversario de la partida de Eduardo, busca recordarlo de la mejor manera. “Yo sé que mi hijo está arriba, es una estrella que me ilumina, que me da fuerza, que nos quiere ver bien”, expresó y espera poder honrarlo en el aniversario que acostumbra hacerlo en familia. Encontró a la Asociación Estrellas Amarillas debido a que uno de sus hijos estudiaba una carrera afín, quien le contó que seguía la historia de Julio Ambrosio, quien creó esa organización al experimentar la pérdida de su hija.