Con pañuelos en alto, rostros emocionados y un repique de campanas que el viento norte arrastraba hacia los cuatro puntos cardinales, esta mañana los fieles y devotos de la Virgen de Copacabana de Punta Corral, la despidieron en Tumbaya alrededor de las 7.30 después de pasar la noche en velas.
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Con pañuelos en alto, rostros emocionados y un repique de campanas que el viento norte arrastraba hacia los cuatro puntos cardinales, esta mañana los fieles y devotos de la Virgen de Copacabana de Punta Corral, la despidieron en Tumbaya alrededor de las 7.30 después de pasar la noche en velas.
Gran cantidad de feligreses llegaron al poblado desde muy temprano para saludar personalmente a la sagrada imagen en el interior de la histórica iglesia, y posteriormente a las 6, participar en la celebración eucarística oficiada por el párroco Abraham Pereira y concelebrada por el vicario parroquial Leoncio Mamaní y Gregorio Avendaño, de la parroquia “Espíritu Santo” de Palpalá.
A diferencia de lo que sucede en Domingo de Ramos, cuando desciende la patrona, para su despedida la asistencia de católicos es mínima, pero la muestra de fe tal vez es mucho mayor.
En los días previos a su partida, desde diferentes pueblos de la provincia permanentemente llegan sus hijos, cargando ofrendas con las cuales les demuestran su agradecimiento por su bondad y protección divina.
Ayer, principalmente en la noche y durante toda la madrugada de hoy, la gente hizo fila desde la iglesia hasta aproximadamente el centro de la plaza (ubicada a su frente) y mas inclusive (en las últimas horas) para expresarle su agradecimiento.
El atrio, como el espacio público y las calles próximas, estuvieron colmadas de personas, quienes desde las 5 ya participaban en la animación de despedida a la patrona, que ya había sido ubicada a la derecha del altar donde el párroco celebraría la misa, y un poco más allá, estaba la Virgen de La Merced.
La noche de ayer algo fresca y con una atractiva luna brillante estuvo muy activa en todo el pueblo, y así se mantuvo durante toda la madrugada hasta que comenzó a correr el viento norte que sorprendió a todos y a quienes iban llegando. Pero los vecinos de Tumbaya, ya están acostumbrados a este clima en esta época del año y saben cómo desempeñarse.
En su homilía, el párroco agradeció “por estos días vividos en Punta Corral y en Tumbaya la presencia de mis hermanos sacerdotes y diáconos que compartieron la eucaristía”, también a la Comisión de devotos, Asociación de peregrinos y servidores de la parroquia “por el tiempo, empeño y amor que dedican en este tiempo de la presencia de la Virgen”.
Destacó el rol del Obispo de Jujuy, Daniel Fernández, “quien nos confía (a él y al vicario parroquial) el pastoreo en la comunidad parroquial y en este gran acontecimiento de María de Copacabana de Punta Corral. El tiempo pasa, debemos seguir rezando y hacerlo juntos, para que la Iglesia en Jujuy esté verdaderamente animada por el Espíritu Santo”.
Su referencia al Obispo de Jujuy, fue el pié para leer el documento emitido por la Conferencia Episcopal Argentina, celebrada días atrás en Buenos Aires, donde participaron los obispos del país.
Destacó de lo firmado por los religiosos, que “día tras día vemos un pueblo que sufre, pesa el agobio del desencanto, las promesas incumplidas, los sueños rotos. Pesa también la falta de un horizonte claro para nuestros hijos, angustia sentir que es cada vez más difícil poner el pan en la mesa, cuidar la salud e imaginar un futuro para los jóvenes”.
El documento habla también de la inseguridad y “la pérdida de los valores que sostenían la vida familiar y social”.
Los obispos aclararon que “no pretendemos ser expertos en diagnósticos, sólo recogemos el lamento y las lágrimas de la gente que nos encontramos en nuestros pueblos y barrios”, y se preguntaron: “¿Qué hicimos de nuestra patria?”.
La feligresía siguió atenta la lectura y asintió cuando leyó: “A 40 años de la recuperación de la democracia, vemos con dolor cuanto desaprovechamos la posibilidad que teníamos de construir una Argentina pujante y feliz. Pero la bronca y el cansancio no son buenos consejeros”.
Entre otros duros conceptos evidentemente hacia el Gobierno nacional, el párroco aclaró: “Queridos hermanos, esta es la voz de la Iglesia. Que no hace otra cosa que animarnos a la esperanza. 40 años de democracia, que no hay que perderlos, hay que recuperarlos. María está dispuesta a eso, hoy se va al cerro, pero nos deja una tarea de ser buenos cristianos, ciudadanos y sobre todo, saber cuidar la vida del hermano”.
Cuando al este, detrás de los cerros al pie del río Grande, por donde se extiende el camino a Punta Corral, comenzaba a aclarar por la proximidad del sol, el sacerdote finalizó la celebración eucarística instando a los presentes despedir a la patrona, que a las 7.20 bajó del altar y se encaminó hacia su santuario, de donde regresará el 24 de marzo del próximo año.
Lentamente, por la gran cantidad de fieles, la sagrada imagen fue dejando el pueblo, acompañada de bandas de sikuris y de la Virgen de La Merced (que en la comunidad de Higueritas, se despedía de ella).
El vicario parroquial Leoncio Mamaní, alrededor de las 14 emprenderá camino a Punta Corral, para celebrar la misa de bienvenida a la patrona, a las 18 o a la hora que llegue, y posteriormente regresará al pueblo, entre las 22 y 23 horas.
Muchos de los que acompañaron a la patrona hasta su santuario, también regresarán esta tarde, y lo harán por Tunalito (ya que el trayecto es más corto), el resto, recién bajará mañana.
A las 18, el párroco Abraham Pereira celebrará misa en Tumbaya; y a las 20, lo hará en Purmamarca. Mañana a las 8.30 lo hará el vicario parroquial en León; y a las 10 en Bárcena y a las 19 en Volcán, el sacerdote.
Y desde las 20 en la Iglesia Catedral en San Salvador de Jujuy, ambos asistirán a la misa por el Buen pastor, y por todas las vocaciones sacerdotales, la vida consagrada y la vida matrimonial.