En la mayoría de los casos, para aliviar la tendinitis, es posible que el médico recete algunos analgésicos o medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE). Sin embargo, a veces es posible que tenga que recurrir a la inyección de cortisona para reducir la inflamación y aliviar el dolor. Adicionalmente, puede señalar la utilidad de la fisioterapia, así como algunos consejos.
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En la mayoría de los casos, para aliviar la tendinitis, es posible que el médico recete algunos analgésicos o medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE). Sin embargo, a veces es posible que tenga que recurrir a la inyección de cortisona para reducir la inflamación y aliviar el dolor. Adicionalmente, puede señalar la utilidad de la fisioterapia, así como algunos consejos.
En vista de que la tendinitis puede complicarse si la persona no recibe un tratamiento adecuado, resulta imprescindible acudir al médico y seguir sus indicaciones. Adicionalmente, será fundamental guardar cierto reposo y realizar algunos ejercicios puntuales para mantener la movilidad de las articulaciones.
Las articulaciones son una parte esencial del esqueleto. Permiten la movilidad completa del cuerpo aunque, cuando se sobrecargan y la lubricación interna no es la adecuada, se inflaman. Es lo que se conoce como tendinitis (o tendinosis) y es una dolencia bastante común.
Causas de la tendinitis
Los tendones son las estructuras fibrosas del cuerpo que unen el músculo con los huesos. Así, la tendinitis es la inflamación o hinchazón de un tendón. Suele doler bastante y dificulta en gran medida la actividad diaria.
¿Y qué partes del cuerpo suele afectar? Pues bien, la tendinitis afecta con mayor frecuencia las muñecas, los codos, los hombros y los talones.
La mayoría de las veces está asociada a una lesión o a una sobrecarga. También suele aparecer conforme nos hacemos mayores. Con el paso de los años, los tendones van perdiendo elasticidad y aparecen estas degeneraciones.
De acuerdo con los expertos de Redacción Médica, “las tendinitis son mucho más frecuentes en personas mayores de 35 o 40 años”. E indican que, además de la edad, las causas que contribuyen a la aparición de una tendinitis son el sobreuso y los traumatismos.
Otras posibles causas son las siguientes:
Alguna infección.
Enfermedades reumáticas.
Golpes o lesiones que afectan directamente al tendón.
Edades avanzadas, en las que el tendón deja ya de tener la elasticidad necesaria.
Golpes o lesiones pequeñas que, al sucederse muchas veces por una determinada actividad, acaban causando una lesión.
Sobreuso o trabajo excesivo en una determinada parte del cuerpo hasta provocar una sobrecarga.
Síntomas
Dolor e inflamación de una zona determinada, sobre todo, al intentar hacer un estiramiento.
Excesivo dolor durante el reposo y el descanso por la noche.
A veces, este dolor puede ser confundido con un esguince, o fisuras del hueso.
Será siempre el especialista en salud quien haga el diagnóstico e indique el tratamiento. Hay pruebas específicas (radiografías, ecografías, resonancia magnética) para discriminar con exactitud si lo que tenemos es una tendinitis. No obstante, siempre es bueno prevenir. Y, para ello, es necesario tener conocimientos básicos de cómo tratar la tendinitis.
A continuación, te ofrecemos unos consejos para aliviar la tendinitis. Son técnicas para aliviar el dolor, que, de algún modo, también contribuirán con el alivio y el bienestar. El objetivo es el de mantener los tendones fuertes y elásticos.
Cómo tratar la tendinitis
1. Reposo del miembro afectado
De acuerdo con el Dr. Joseph J. Biundo, e s importante que la parte inflamada del cuerpo esté inmovilizada unos días con el fin de que el movimiento no afecte al tendón lesionado. Lo mismo da que sea el hombro, la muñeca o el talón.
A veces, los médicos optan por enyesar o escaloyar la articulación afectada. El descanso físico es, pues, fundamental para el tratamiento de esta afección.
2. Aplicación de frío
Las bolsas con hielo son óptimas para bajar la inflamación. Recuerda no poner el hielo en contacto directo con la piel; podría quemarla. Ayúdate de un pañuelo para cubrir el pedazo de hielo. Asimismo, podemos hacer una infusión de manzanilla, enfriarla y aplicarnos apósitos con ella.
3. Aloe vera
En el ámbito popular, se sugiere aplicarse compresas con aloe vera, ya que se considera que puede aliviar la inflamación.
Podemos coger dos o tres hojas de la planta, extraemos el jugo y lo mezclamos con medio vaso de agua caliente hasta conseguir una especie de papilla tibia. Echamos la mezcla obtenida en una compresa que, seguidamente, aplicaremos en la zona donde tenemos la tendinitis. Por último, la cubriremos con un vendaje.
4. Masajes con alcohol de romero
Además de ser un potente antiinflamatorio, el romero actúa también como antirreumático, antiséptico y cardiotónico.