"El episodio violento que se vivió en la última medianoche en la ciudad de Humahuaca creo que debe convertirse en el punto de inflexión para este tiempo de desencuentros y agresividad que estamos pasando los jujeños", expresó Rubén Armando Rivarola. "Y quiero decirlo lisa y llanamente desde el lugar de ser uno más de los que día a día caminamos por las calles de esta hermosa ciudad, de toda esta hermosa provincia, sin apelar a rótulos políticos ni a banderías partidarias. El profundo dolor que causa volver a ver enfrentamientos de jujeños y jujeñas con otros hermanos comprovincianos debe obligarnos a reaccionar. La angustia de los combates callejeros, los gritos de consignas contrapuestas y la violencia como única forma de manifestarse, de un lado y del otro, es algo que debemos cortar inmediatamente", prosiguió.
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"El episodio violento que se vivió en la última medianoche en la ciudad de Humahuaca creo que debe convertirse en el punto de inflexión para este tiempo de desencuentros y agresividad que estamos pasando los jujeños", expresó Rubén Armando Rivarola. "Y quiero decirlo lisa y llanamente desde el lugar de ser uno más de los que día a día caminamos por las calles de esta hermosa ciudad, de toda esta hermosa provincia, sin apelar a rótulos políticos ni a banderías partidarias. El profundo dolor que causa volver a ver enfrentamientos de jujeños y jujeñas con otros hermanos comprovincianos debe obligarnos a reaccionar. La angustia de los combates callejeros, los gritos de consignas contrapuestas y la violencia como única forma de manifestarse, de un lado y del otro, es algo que debemos cortar inmediatamente", prosiguió.
Más adelante manifestó: "Hoy no sabemos de dónde partió la primera pedrada, el primer empujón, el primer bastonazo, los leños ardiendo apuntando a unos y luego las balas de goma sembrando el temor y la zozobra. Hoy sólo pensamos en que detrás de cada golpeado, herido o contuso, hay madres y padres, hijos y hermanos, que esperaban en sus casas a los que estaban protestando o a los que estaban tratando de contener el orden. Y si lo supiéramos, no importaría tanto, como hacernos la firme promesa, el compromiso cabal de frenar esta escalada de enfrentamientos."
A término de su reflexión, el dirigente señaló: "Jujuy ya vivió tiempos de choques, fuimos noticia por el dolor y el sufrimiento. No debemos volver a esos tiempos. Ahora, manteniendo nuestras diferencias, sosteniendo siempre los principios y los ideales de cada uno, lo más importante es aprender a hacerlo con tolerancia, con respeto por el otro. No quiero imaginar que siga subiendo este clima. No quiero imaginar que, como ya pasó, tengamos que llorar un muerto. Y no me quiero imaginar tampoco que detrás de tanto enfrentamiento, haya algunos que esté buscando precisamente la tragedia para detrás de la sangre de los jujeños, se les allane el camino para otros intereses oscuros".
"Dios nos ayude a reconciliarnos, a seguir discutiendo civilizadamente, a evitar provocaciones y a encontrar la humildad necesaria para reconocer que el jujeño o la jujeña que tenemos enfrente siempre tiene parte de la razón, y sufre y se desespera como todos cuando la que gana es la violencia. Ahora, este es el momento preciso para pensar en nuestro futuro, el futuro que anhelamos para nuestros hijos y nietos, y para las generaciones que vendrán. Ojalá nos recuerden como los que fuimos capaces de superar nuestras diferencias en paz", concluyó Rubén Rivarola.