En el comienzo del ciclo del programa "El Pulso de la Semana" en El Tribuno Plus, canal de streaming del Grupo periodístico El Tribuno de Jujuy, el lunes pasado, el gerente de Publicidad y Marketing, Claudio Alejandro Igarzábal, y el director editor del grupo Carlos Alfonso Ferraro, trazaron una síntesis de lo ocurrido en las elecciones primarias del domingo. Algunas de esas definiciones son las siguientes.
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En el comienzo del ciclo del programa "El Pulso de la Semana" en El Tribuno Plus, canal de streaming del Grupo periodístico El Tribuno de Jujuy, el lunes pasado, el gerente de Publicidad y Marketing, Claudio Alejandro Igarzábal, y el director editor del grupo Carlos Alfonso Ferraro, trazaron una síntesis de lo ocurrido en las elecciones primarias del domingo. Algunas de esas definiciones son las siguientes.
Al analizar la primera derrota de Juntos por el Cambio en Jujuy, Carlos Ferraro expresó no entender por qué el interior les dio la espalda. "Llevaban de precandidato a vicepresidente, nada menos que a Gerardo Morales, un gobernador plebiscitado, y jefe nacional de la UCR, y junto a Larreta hasta buscaron un acercamiento con el poderoso gobernador peronista de Córdoba, Juan Schiaretti" (quizá porque se eligió mal el momento del intento, aclaró), "pero aun así precisamente en el interior, no los apoyaron". Claudio Igarzábal, estimó que se debió en primer lugar al desgaste de la figura de Horacio Rodríguez Larreta. "Viene candidateándose desde hace tres años, como hizo Massa, que desde hace dos años viene candidateándose, lo veías en fotos, reuniones, videos, y terminaron cansando a la gente. Y por otro lado, también hubo un desgaste del gobernador, por todo lo que ha vivido en estos últimos dos o tres meses ha sido muy pesado, más allá de que tengan razón o no los que cuestionaban o aprobaban lo que se proponía".
Y agregó: "Haciendo números fríos, ahora en Jujuy, Cambiemos está más complicado que el propio peronismo. Para gobernador tuvieron un 49%, y ahora los candidatos nacionales están en 30%, quiere decir que la gente de Cambiemos se mudó mucho hacia Milei", consideró Igarzábal.
"Hay que ver cómo reaccionó la gente a la acción: Milei eligió un nicho y se mandó por ahí. Cuando les decíamos a todos que la franja de 16 a 25 años era casi toda de los libertarios, muchos políticos no nos creyeron, o les costaba creernos", acotó Ferraro. "Y los demás fueron más dubitativos", analizó Igarzábal: "En el caso de Massa, acá en Jujuy no hubo una campaña fuerte de los candidatos suyos que venían con la boleta larga. Recién los tuviste en los últimos diez días en las redes sociales o páginas web. Entrabas a cualquiera y te aparecían ahí, y tanto, que cansaron".
Hoy las estadísticas marcan que probablemente la segunda vuelta sea entre Milei y Bullrich, porque todos están hablando de que Massa llegó a su techo. Eso repercutirá en Jujuy. También hay que hablar de los discursos. Por ejemplo, "Milei está convencido de lo que dice y no cambia, y transmite ese convencimiento a la gente. Pero si vos decís yo voy a ser candidato y no me voy a bajar, y pasan cinco días y te bajás, o te bajan... esto es todo un tema para el electorado".
En otro momento, el gerente de publicidad del grupo Tribuno puso una firme sugerencia: "Los políticos, se pueden enojar o no, pero necesitan buenos asesores, que les digan 'estás haciendo mal esto', y aceptar que lo estás haciendo mal, porque de vos depende que mejore la sociedad". Ferraro acotó que "la mayoría de los candidatos cree que sabe todo y el primer error es no escuchar, el segundo no aceptarlo". "Así es, pero es importante que exista ese ámbito donde lo bajen a la tierra", enfatizó el gerente de Publicidad, "le peguen un coscorrón en la cabeza y le digan: 'Loco, empecemos de vuelta aunque quede poco tiempo, pero así como vamos, es mejor bajarse'". "De acuerdo, pero ahí aparece el egocentrismo del político", acotó el director editor, y se preguntó: "Por ejemplo, ¿que estará diciendo hoy la señora Cristina, autora de la realidad y la situación de su espacio, estará reconociendo errores?".
Igarzábal profundizó: "Yo lo que no tolero es el fundamentalismo, es precisamente el fundamentalismo rabioso una cuestión muy kirchnerista, y veo que es lo que está pasando también con Milei". Los interlocutores coincidieron al afirmar: "Ojo que los grande dictadores de la historia del mundo arrancaron con un discurso populista detrás de una necesidad básica, y lo convierten en dogma".
Finalmente, ambos coincidieron en valorar a las nuevas figuras que se juegan la política, donde los espera un terreno "que puede ser muy perverso". "La sugerencia final es que contraten un equipo de comunicación, aunque sea modesto, que los asesore. Y que trabajen sobre el convencimiento de las ideas. Milei está convencido, te lo dice mirándote a los ojos y no te baja la mirada. A eso hay que oponerle otra convicción igual. Ya no sirve hablar de fe, de esperanza, y de cambio, sino va acompañado de contenido y propuestas concretas", concluyó Igarzábal.