El colesterol es un tipo de grasa que se encuentra en la sangre y que el cuerpo requiere para fabricar hormonas, ácidos biliares, vitamina D y otras sustancias. Sin embargo, su exceso y el depósito en las arterias es muy peligroso y produce ateroesclerosis, que es el estrechamiento o endurecimiento de los vasos sanguíneos, según información del portal Colesterol Familiar, de la fundación Hipercolesterolemia Familiar.
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El colesterol es un tipo de grasa que se encuentra en la sangre y que el cuerpo requiere para fabricar hormonas, ácidos biliares, vitamina D y otras sustancias. Sin embargo, su exceso y el depósito en las arterias es muy peligroso y produce ateroesclerosis, que es el estrechamiento o endurecimiento de los vasos sanguíneos, según información del portal Colesterol Familiar, de la fundación Hipercolesterolemia Familiar.
La Fundación Española del Corazón asegura que está demostrado que cuando una persona presenta niveles de colesterol elevado tiene el doble de riesgo de sufrir un infarto de miocardio frente a quienes lo mantienen regulado.
Son diversos los factores que contribuyen a que se genere esa afección. Unos se pueden modificar y otros no, como por ejemplo, la herencia, el sexo y la edad, los cuales generan riesgo para el desarrollo de esta enfermedad. Lo que sí se puede hacer es adoptar hábitos saludables como llevar una dieta equilibrada y sana y practicar actividad física de manera regular.
El instituto de investigación Mayo Clinic recomienda realizar ejercicio la mayoría de los días de la semana. “La actividad física moderada puede ayudar a aumentar las lipoproteínas de alta densidad (colesterol HDL), el colesterol “bueno””, precisa.
Uvas para bajar el colesterol
En el marco de esa alimentación saludable se pueden incluir algunas frutas como las uvas. Estos alimentos son fuente de fibra y existe evidencia de que la ingesta de al menos entre dos a diez gramos al día de ésta produce una reducción del colesterol total y del LDL, conocido como malo.
Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de California, en Los Ángeles, publicado en la revista Nutrients, concluyó que la ingesta regular de esta fruta redujo la cantidad de estos lípidos en los participantes. En la investigación participaron 19 personas sanas, quienes consumieron una dieta baja en polifenoles y fibra durante cuatro semanas.
Posteriormente, recibieron 46 gramos de uva en polvo por día durante otras cuatro semanas, mientras continuaban consumiendo la mencionada dieta. Culminado ese tiempo los científicos determinaron que hubo un aumento en la diversidad microbiana de los participantes, pero también se evidenciaron efectos sobre el colesterol.
En concreto, encontraron que el consumo de uva durante cuatro semanas, produjo una disminución del colesterol en la sangre, incluido el colesterol total en un 6,1 % y el colesterol LDL, en un 5,9 %.
En esta línea, el portal de salud Tua Saúde indica que los taninos y las antocianinas presentes en mayor cantidad en las uvas moradas, y la clorofila, de la uva verde, son compuestos bioactivos con acción antioxidante que combaten los radicales libres, evitando la oxidación de las células de grasas, disminuyendo así el colesterol y los triglicéridos en la sangre.
Asimismo, las antocianinas de la uva también aumentan los niveles de colesterol ¨bueno¨o HDL. La citada fuente asegura que este tipo de grasa evita la coagulación de la sangre y elimina el exceso de grasas en el organismo, protegiendo contra enfermedades, como infarto y derrame cerebral, por ejemplo.
Otros beneficios
Estas son otras bondades medicinales que le ofrecen las uvas al organismo, según el portal Cuerpo Mente.
Mejoran el funcionamiento del riñón. Su potasio (183 mg) y ácidos orgánicos estimulan los riñones facilitando la acción diurética y la eliminación de sustancias de desecho, como el ácido úrico.
Un potente antioxidante. Las uvas negras son ricas en antocianinas, que aportan su bonito color morado, y resveratrol, mientras que en las blancas destaca la quercitina, todos antioxidantes saludables para el organismo.
Son depurativas. Estas frutas son ricas en agua, calcio y otros elementos alcalinos que estimulan el hígado, órgano que equilibra la acidez de la sangre, la limpia y la hace más fluida, con lo que actúa poderosamente en las transformaciones orgánicas.