En la jornada de ayer, un joven identificado como Joel Liquitay (25), quien la madrugada del jueves embistió y mató a una mujer policía que estaba embarazada, se entregó en sede fiscal de avenida Urquiza junto a sus abogados defensores.
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En la jornada de ayer, un joven identificado como Joel Liquitay (25), quien la madrugada del jueves embistió y mató a una mujer policía que estaba embarazada, se entregó en sede fiscal de avenida Urquiza junto a sus abogados defensores.
Alrededor de las 8.30, Liquitay llegó acompañado de los letrados Carlos Vaca y Julián Martín, se dirigieron de inmediato a la oficina del fiscal Diego Cussel y luego fue trasladado a la sede de la Brigada de Investigaciones.
Liquitay es investigado de causar la muerte de una efectivo policial identificada como Florencia Gregorio de 29 años, quien cruzaba la avenida Párroco Marshke a la altura de calle Puna del barrio San Pedrito y fue embestida por un vehículo que circulaba a alta velocidad y fue arrastrada varios metros.
A raíz del violento impacto, la joven mujer murió de forma inmediata por causa de una traumatismo encéfalo craneal grave y pese a que personal del Same se hizo presente en el lugar y le realizó maniobras de reanimación, pereció en el lugar.
El conductor de un VW Vento de color blanco, quien al momento del impacto circulaba junto a una joven, optó por huir del lugar a toda velocidad dejando a la víctima tendida en el suelo.
Con los datos que ocasionales transeúntes aportaron a los efectivos policiales y con el registro de las cámaras de seguridad del sistema de emergencia 911, los peritos del Ministerio Público de la Acusación lograron identificar el rodado y el fiscal que entiende la causa solicitó al Juzgado de Control dos allanamientos en viviendas del sur capitalino y los efectivos secuestraron el vehículo tapado con lonas y destruido en la parte delantera y el parabrisas.
Liquitay era intensamente buscado y estaba prácticamente cercado, por lo que ayer a la mañana se hizo presente en la sede fiscal.
Al respecto el fiscal Diego Cussel le dijo a nuestro diario que "se hizo un acta de entrega voluntaria, se cumplieron los trámites de rigor de la Fiscalía y quedó detenido".
Además, el agente fiscal dijo que la causa está caratulada como "homicidio culposo con dolo eventual" y "se solicitó a la Oficina de Gestión Judicial una audiencia imputativa, donde el mismo tendrá el derecho de prestar declaración o no y esta audiencia donde la Fiscalía va a solicitar la prisión preventiva".
Cussel, además, le dijo a la prensa que "la figura legal que pesa sobre Liquitay prevee entre las conductas la fuga, la conducción temeraria y la conducción a alta velocidad y por ese tipo de circunstancia, se pudo haber representado que alguien se podría cruza en la vía pública y que a la velocidad que circulaba podría haber matado, hecho que lamentablemente ocurrió".
El representante del MPA dijo, además, que no se pudo establecer si el conductor del rodado, al momento de los hechos, circulaba en estado de ebriedad porque se entregó más de 24 horas después, el relato de los testigos estableció que circulaba de forma zigzagueante y a alta velocidad.
Uno de los representantes legales de Liquitay, Julián Martín, le dijo a nuestro diario que "presentamos a esta persona, la pusimos a disposición del fiscal Diego Cussel, poniéndolo a disposición de la Justicia. Hay que aclarar que mi cliente está ajustado a derecho, se presentó espontáneamente ante la Justicia y estamos esperando la audiencia para que él declare ante el fiscal".
Estaba embarazada
Florencia Gregorio tenía 29 años, era madre de dos pequeños niños, residía en el barrio Malvinas Argentinas de la capital y al momento del hecho, se dirigía a cumplir sus tareas en la Unidad Regional Nº 7 de Alto Comedero. La mujer se encontraba transitando su quinto mes de embarazo.