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Cómo es emprender en el paraíso de San Antonio

Producen vino con uvas de su pequeña quinta, de donde también obtienen frutas para licores y dulces.

Jueves, 22 de febrero de 2024 01:02
PLACER PARA LOS SENTIDOS | AL VINO ARTESANAL SE SUMAN UVAS Y PANES CASEROS

Escapando de la gran ciudad una familia decidió emprender en San Antonio. Ada Ochoa es maestra y a la par emprendedora que dejó su profesión para dedicarse a lo que más le apasiona: la elaboración de vinos.

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Escapando de la gran ciudad una familia decidió emprender en San Antonio. Ada Ochoa es maestra y a la par emprendedora que dejó su profesión para dedicarse a lo que más le apasiona: la elaboración de vinos.

ADA OCHOA | ORGULLOSA EMPRENDEDORA DE LA “CASA DE LOS SABORES”.

MERMELADAS DE VARIADOS SABORES

La "Casa de los sabores" se denomina el pequeño emprendimiento familiar donde se ofrecen almuerzos, meriendas de campo y productos elaborados por sus propios dueños tales como vinos artesanales, dulces, licores y ajíes en escabeche.

El emprendimiento empezó hace más de quince años cuando Ada Ochoa y su marido Mario Nass llegaron de Buenos Aires, queriendo salir un poco de lo que es la vida en la gran ciudad. "Yo nací aquí en Jujuy, pero me crié en Buenos Aires. Con mi marido siempre veníamos a visitar San Antonio ya que aquí vive mi familia y un día decidimos volver a las raíces que teníamos, nos instalamos acá con mi familia y empezamos a pensar en un lugar donde podíamos recibir a la gente porque San Antonio es un pueblo muy acogedor, pero muy chiquito.

LICORES Y MIEL DE CAÑA

Por ahí no encontrábamos un lugar donde sentarnos a tomar algo fresco o a comer algo. Entonces dijimos, vamos a ver si podemos emprender algo donde podamos recibir a la gente. No queríamos expandirnos demasiado, ni hacer un gran negocio, sino algo familiar, algo acogedor para la gente de San Antonio porque es así el clima que se vive acá siempre", relató.

Siempre tuvo ese entusiasmo por realizar vinos artesanales y probar distintas cepas. Cuando llegó con su marido, se dio cuenta que el clima era factible. Fue ahí cuando empezaron a ensayar y al tiempo empezaron con el emprendimiento de los vinos.

"Para poder servir nuestros vinos, teníamos que servir algo más, así que empezamos con algunas picadas, con empanadas caseras, con lo que eran comidas tradicionales para la gente, luego incorporamos también el pan casero que es elaborado por mi esposo", agregó Ada Ochoa.

Con respecto a la producción de vinos dijo que era "muy acotada en este momento por la cantidad de vinos que nosotros producimos. Estamos dentro de lo que es la categoría de vinos artesanales caseros, no podemos identificar nuestros vinos con distintas cepas, pero sí trabajamos con uvas malbec, torrontés, syrah, uvas de acá de la zona, uvas de la región. Con ellas es que hacemos los distintos blends o tenemos los vinos puros de esas cepas".

También cuentan con licores de frutas de la zona. A los dulces los preparan con fruta que cosechan en su pequeña quinta. Las moras es imposible no encontrarlas en San Antonio, por lo que el dulce de mora e higo son infaltables. Otro de los dulces más solicitados es el de cayote que es producido en la quinta de Ada Ochoa. "Tratamos de que todo sea de nuestra propia producción. En ese sentido tratamos de ser muy celosos porque yo tengo la idea de que en lo que uno sirve se refleja la personalidad del que lo elabora", sostuvo.

Elaboración del vino

Al explicar el proceso de elaboración de los vinos artesanales, Ada Ochoa dijo que primero se realiza todo el cuidado de la planta (con lo que es el riego, la poda, en la época que necesita riego). Luego, cuando la uva está lista para la cosecha, empieza el proceso de la vinificación. Se cosecha, seguido de eso se traslada al lugar donde se despalilla la uva, se le saca el escobajo como le dicen al esqueleto con una máquina casera. Una vez que el mosto está listo (el jugo con la cáscara y con la semilla) se deja reposando en distintos toneles, donde empieza la fermentación que dura una semana más o menos.

"Se debe medir la temperatura todos los días, ya que no debe estar muy elevada ni muy baja, se la controla con botellas de hielo que no invaden lo que es el jugo de la uva. Se va rompiendo el sombrero de mosto para que circule todo el jugo y el oxígeno. Después de que se saca todo ese mosto pasa por una pequeña prensa que se utiliza de manera manual, donde se trata de prensar lo menos posible para que no se rompan las semillas, ya que invaden después lo que es el vino.

Se separa lo que es el mosto del jugo, y ese jugo se coloca en otros toneles y se lo sella. En este proceso el jugo no puede oxigenarse. Si bien se deja una pequeña ventilación donde se conecta una manguera que va a un recipiente con agua para que no entre oxígeno, para que así pueda salir el gas que se va produciendo con la fermentación.

Ese proceso tiene una duración de un mes y medio o dos meses, luego se cambia de tonel y empieza la clarificación, que también se realiza de forma manual por decantación, sin usar ningún tipo de filtro hasta llegar a la calidad de una clarificación. Durante todo ese proceso se va midiendo el nivel de alcohol que tiene que llevar el vino para ser comercializado. Tanto el envasado, el encapuchado y etiquetado se realiza de forma manual".

"Después que se lo embotella cuanto más tiempo se lo deje reposar es mejor, ya que el vidrio ayuda a darle otro cuerpo al vino y termina de redondear lo que es el cuerpo del vino. Todo este proceso tiene una duración de seis meses para que el producto pueda salir a la venta", agregó.

Ada Ochoa junto con su esposo realiza todo este proceso para poder elaborar los vinos y todos sus productos, si bien cuentan con un ayudante que se encarga del regado y mantenimiento de las plantas. "Nuestro viñedo por el momento es muy chico, muy acotadito, pero no sé si a futuro lo queremos ampliar demasiado, nos gusta trabajar así, tranquilos, sin corridas, sin exigencias. Muchas veces la gente nos pregunta por qué no ampliamos el local o por qué no ampliamos la producción de vinos, y eso me parece que nos llevaría de nuevo a esa vida de corridas que no queremos retomar, queremos vivir esta vida así, tranquila", dijo.

Al finalizar destacó el rol de su marido Mario Nass, ya que es quien realiza todos los productos. "Él es un poco más tímido, no se anima a aparecer en público y la mayor parte del trabajo la realiza él, esto es lo que le apasiona realmente, el realiza los todos nuestros productos", reiteró.

"Gracias a Dios estamos muy contentos porque tenemos muy buena aceptación del público, la gente vuelve y esa es la mejor respuesta, cuando uno ve que el cliente está contento con lo que nosotros le brindamos nos ponemos felices, y así vamos pasando la vida en este pequeño paraíso que elegimos para vivir", subrayó al concluir.