Los accidentes de tránsito con menores de edad involucrados siguen siendo un problema grave en el Valle de Lerma, a pesar de los estrictos controles implementados por las áreas de tránsito en municipios como El Carril, Rosario de Lerma y Campo Quijano. Estos municipios implementan operativos rigurosos en rutas principales como la RN 68, la RP 36 y la RP 23. Sin embargo, cada fin de semana se registran incidentes donde menores de edad, muchos de ellos en estado de ebriedad, protagonizan accidentes. El problema se agrava por la falta de conciencia de los padres, quienes, en algunos casos, llegan a insultar o incluso agredir a los agentes de tránsito que multan a sus hijos. En Rosario de Lerma, por ejemplo, se ha impulsado una campaña para que los menores obtengan licencias de conducir conforme a la ley, pero todavía se encuentran numerosos casos de adolescentes sin documentación, sin cascos y en estado de ebriedad al volante, especialmente en motocicletas.
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Los accidentes de tránsito con menores de edad involucrados siguen siendo un problema grave en el Valle de Lerma, a pesar de los estrictos controles implementados por las áreas de tránsito en municipios como El Carril, Rosario de Lerma y Campo Quijano. Estos municipios implementan operativos rigurosos en rutas principales como la RN 68, la RP 36 y la RP 23. Sin embargo, cada fin de semana se registran incidentes donde menores de edad, muchos de ellos en estado de ebriedad, protagonizan accidentes. El problema se agrava por la falta de conciencia de los padres, quienes, en algunos casos, llegan a insultar o incluso agredir a los agentes de tránsito que multan a sus hijos. En Rosario de Lerma, por ejemplo, se ha impulsado una campaña para que los menores obtengan licencias de conducir conforme a la ley, pero todavía se encuentran numerosos casos de adolescentes sin documentación, sin cascos y en estado de ebriedad al volante, especialmente en motocicletas.
Los controles de tránsito han demostrado ser efectivos para prevenir accidentes y salvar vidas. Sin embargo, algunos padres no asumen su responsabilidad ni promueven la educación vial en sus hogares. En Rosario de Lerma, los controles de tránsito han evidenciado una preocupante tendencia. De enero a noviembre, se registraron numerosos casos de alcoholemia, de los cuales el 80% superaron el 1% de alcohol en sangre. A finales de noviembre, un operativo reveló que cinco conductores, incluyendo un menor reincidente, presentaban altos niveles de alcohol en sangre. Este menor, sorprendido semanas antes sin documentación y con 0.9 g/l de alcohol, fue detenido nuevamente en condiciones similares.
"Realizamos operativos todos los fines de semana, pero seguimos encontrando menores en motocicletas sin cascos, sin licencias y con niveles peligrosos de alcohol. A pesar de las sanciones, persiste la irresponsabilidad", señaló Walter Torres, director de Tránsito de Rosario de Lerma. Incluso, algunos padres intentan justificar estas acciones, como una madre que alegó que su hijo manejaba para comprar medicamentos.
En Campo Quijano, los problemas han escalado hasta la violencia contra inspectores municipales. Un caso reciente involucró a un menor de 14 años detenido en un control. Cuando se informó que la motocicleta sería remitida al canchón municipal, su padre reaccionó violentamente, agrediendo a dos inspectoras.
En El Carril, la situación no es menos preocupante. A pesar de los estrictos controles en puntos críticos como las rutas 68 y 33, los accidentes siguen siendo frecuentes. Incluso los semáforos de la zona han sido dañados repetidamente por conductores ebrios, generando peligros adicionales para la comunidad.