La Escuela Santa Lucía N° 7050 de Rosario de la Frontera fue escenario de un nuevo intento de robo que, afortunadamente, no logró concretarse gracias a la activación de la alarma del edificio. El hecho ocurrió en la madrugada de este martes, alrededor de las 3:50, cuando los intrusos intentaron forzar el ingreso a la institución. La alarma los habría ahuyentado, pero los daños materiales quedaron a la vista.
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La Escuela Santa Lucía N° 7050 de Rosario de la Frontera fue escenario de un nuevo intento de robo que, afortunadamente, no logró concretarse gracias a la activación de la alarma del edificio. El hecho ocurrió en la madrugada de este martes, alrededor de las 3:50, cuando los intrusos intentaron forzar el ingreso a la institución. La alarma los habría ahuyentado, pero los daños materiales quedaron a la vista.
El episodio se suma a una preocupante serie de intentos de robo y hechos de vandalismo que afectan a instituciones educativas de la zona. La Escuela Santa Lucía, de modalidad especial, y la vecina Escuela Pachi Gorriti ya habían sido objeto de situaciones similares en los últimos tiempos, según denunciaron vecinos y directivos a través de las redes.
La directora de la Escuela Santa Lucía, Marcela Sobrecasa, expresó su tristeza y preocupación por el nuevo ataque: "Detrás de la puerta de una escuela hay un espacio de risas y aprendizajes para un niño; hay un lugar seguro para una comunidad durante una catástrofe. Detrás de la puerta de una escuela hay esfuerzo de un docente para crear un espacio de enseñanza y amor. ¿Por qué derribarla salvajemente? ¿Para qué? Otra vez despertamos con esta triste noticia. Pero siempre es bueno visibilizar estas situaciones para tomar conciencia de la sociedad que tenemos", dijo.
Si bien los delincuentes no lograron llevarse ningún objeto de valor, el daño causado es un golpe a la comunidad educativa.
La Escuela Santa Lucía brinda educación especial a 33 alumnos y ofrece servicio de apoyo a la inclusión a más de 300 estudiantes de los tres niveles educativos.
Desde el año pasado, tras varios intentos de robo, la institución tuvo que reforzar la seguridad colocando alarmas y asegurando las rejas. Sin embargo, los ataques continúan. En este contexto, vecinos y docentes se preguntan si no es momento de que la policía refuerce los patrullajes y la presencia en las calles que rodean a los establecimientos educativos.
Cabe recordar que días atrás se produjo un robo en la Escuela Edgar Leal, lo que refuerza la preocupación general por la inseguridad que afecta a las instituciones escolares de Rosario de la Frontera.