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Sergio Schoklender aseguró ante el juez federal Norberto Oyarbide que él “cumplía una simple función de mandatario” en la Fundación Madres de Plaza de Mayo y denunció que sufre una “persecución y hostigamiento propio de la Inquisición” por la acusación en su contra por el desvío de fondos de la entidad que preside Hebe de Bonafini.
Así surge de la quinta declaración indagatoria que prestó el exapoderado ante el juez, y en donde volvió a acusar a Hebe de Bonafini, a su hija Alejandra, pero también al Gobierno nacional y al juez Oyarbide.
Según Schoklender, Oyarbide recibe órdenes del Gobierno para inculparlo, pero él dijo que cumplía el rol de simple “mandatario” en la Fundación, donde funcionaba el programa “Sueños Compartidos” para la construcción de viviendas sociales.
“Nunca integré el consejo de administración de la Fundación, nunca firmé un balance ni era mi responsabilidad hacerlo, no llevaba la contabilidad, no realizaba las compras, no realizaba la facturación y no realizaba las auditorías”, sostuvo el exapoderado.