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No hay mal que dure cien años: River de Embarcación ratificó su levantada y, por fin, encontró la tan ansiada victoria.
El tripero le ganó 3 a 2 a Famaillá de Tucumán y ahora respira. Desde la llegada del Pichi Velarde como técnico, el equipo comenzó a levantar su nivel y desplegar buen juego y mucha actitud; ayer cristalizó estas virtudes en el marcador.
Con toda la seguridad del mundo, River salió al campo de juego dispuesto a llevarse por delante a Famaillá. Y cuando el cronómetro marcaba solo siete minutos, Marcos Morinigo abrió el marcador gracias a la asistencia de Víctor Vargas; de esta forma el ex Central Norte marcó su primer gol y saldó la deuda que arrastraba desde la primera fecha.
Pero la alegría no fue duradera; minutos más tarde Ibáñez capitalizó una desatención en defensa para marcar la igualdad parcial. Sin embargo, River continuó intentando, haciendo circular el balón y jugando por las bandas. Famaillá solamente generaba a partir de algunos errores defensivos, casi virtudes propias. A pesar de esto, el equipo de Velarde no encontró el gol y se fue al descanso con un empate.
Pero el tripero tenía todo para ganar, solo faltaba el toque final y justo apareció José “Pety” Cáceres quien, desde tres cuartos de cancha, lanzó un remate que fue a parar al ángulo, fue el segundo del tripero. Y, para liquidar el pleito, Víctor Vargas marcó desde el punto penal, luego de una falta en el área sobre Rodríguez.
Ya en clara desventaja por el 3 a 1 parcial, Famaillá mostró su mejor repertorio en los últimos diez minutos y convirtió al arquero Sequeira en una gran figura. Así, Carlos López consiguió el descuento, pero River mucho más, su primera alegría.