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La policía detuvo a tres sospechosos tras el ataque a una radioemisora en el que desconocidos prendieron fuego en momentos en que el locutor transmitía su programa en Yacuiba.
La policía de esta localidad, 740 informó a The Associated Press el martes que los tres detenidos tienen antecedentes delictivos y que un cuarto era buscado.
El ministro de Gobierno, Carlos Romero, explicó que aunque los sospechosos se ‘‘acogieron al silencio... hay suficientes indicios para imputarlos’’.
‘‘Seguramente un mecánico, un taxista y otra persona más (detenidos) no habrán tenido móviles directos para atacar a la radio, seguramente alguien más está por detrás y eso estamos investigando’’, dijo hoy en rueda de prensa
Por su parte, el viceministro de Gobierno Jorge Pérez dijo que ‘‘testigos reconocieron a dos atacantes’’.
En tanto, el propietario y locutor de la emisora Popular Fernando Vidal, de 70 años, se recuperaba de quemaduras en el 40% de su cuerpo, algunas de segundo grado en el rostro y brazos, informó el médico Javier Palenque en la ciudad de Santa Cruz, 460 kilómetros al norte de Yacuiba, adonde fue llevado el herido. La encargada técnica de la radio también sufrió quemaduras.
Vidal, ex alcalde y ex concejal de Yacuiba, dirige un programa diario de denuncia pública. Entrevistaba a dos mujeres que denunciaban supuesta corrupción en la policía aduanera cuando los atacantes ingresaron con barbijos, según Esteban Farfán, yerno de la víctima.
Uno de ellos roció gasolina, otro prendió una mecha y el tercero disparó al techo, dijo la policía de Yacuiba.
‘‘Mi suegro sabe quiénes son las personas que mandaron a cometer este acto, hay intereses políticos que quieren acallar a la radio, daremos nombres en su debido momento’’, dijo su vez Farfán.
De unos 120.000 habitantes, Yacuiba es una ciudad fronteriza que vive del comercio con nuestro país, gran parte del cual es contrabando, además de que es una de las rutas de la cocaína boliviana hacia el país.
En 2008 una televisora de la red nacional UNITEL sufrió un ataque con explosivo en el que el sospechoso era un militar. El caso nunca fue esclarecido.
La ministra de Comunicación, Amanda Dávila, dijo que el gobierno ‘‘repudia’’ el ataque y que el Ministerio de Gobierno investigará hasta esclarecerlo.
Tanto la Asociación Nacional de la Prensa, que agrupa a los dueños de medios de comunicación, como sindicatos de periodistas reclamaron a las autoridades investigar y sancionar lo que han calificado de ‘‘atentado a la libertad de expresión’’.
Condenas internacionales
El ataque al periodista radiofónico boliviano fue hoy condenado tanto por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos como por Amnistía Internacional.
El portavoz del Alto Comisionado, Rupert Colville, advirtió que el organismo está preocupado por el número de periodistas que son asesinados por su trabajo y en este sentido, insistió, citado en un comunicado, en que los gobiernos tienen la responsabilidad de respetar ‘completamente el
derecho a la libertad de expresión y proteger a los que ejercen su trabajo‘.
Por su parte el asesor de Amnistía Internacional (AI) Javier Zúñiga difundió en un comunicado que "Este brutal ataque es uno de los peores casos de violencia contra periodistas en Bolivia en los últimos años" y que la investigación de las autoridades bolivianas del incidente debe ser "independiente e imparcial, y los responsables deben ser llevados ante la justicia sin dilación".