El Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF) hizo pronósticos cargados de incertidumbre para los próximos escenarios.
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El Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF) hizo pronósticos cargados de incertidumbre para los próximos escenarios.
Espera que la economía argentina crezca 1,9 por ciento en 2013, apenas 6 décimas por encima de la mejora prevista para este año, mientras que el dólar treparía hasta los 5,65 pesos en el mercado oficial, según pronosticó el Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF).
A través de un trabajo titulado “Escenarios 2013”, la entidad puntualizó que la actividad económica, en el último trimestre de 2012, “podría verse beneficiada por las expectativas derivadas de la mejora en la producción de granos en la campaña 2012/2013, en un contexto de precios favorable respecto de años anteriores, así como de la progresiva recuperación del Brasil”. De esta manera, el IAEF estimó que el crecimiento del PBI en 2012 sería inferior al observado en 2010 y 2011, para alcanzar 1,3 por ciento. A la vez, respecto del año próximo, el informe señaló que, en base al escenario internacional y regional, para la Argentina se prevé una tasa de crecimiento del producto bruto de 1,9 por ciento (a precios constantes de 1993). “Esto implica una mejora respecto de este año, aunque debajo del crecimiento histórico de largo plazo que ronda el 3,5 por ciento”, añadió.
El tipo de cambio
Con respecto al tipo de cambio, el IAEF lo ubicó en 5,65 pesos para fines de 2013, lo cual implica una depreciación de 15,8 por ciento respecto de 2012.
Además, la entidad puntualizó que, para el año próximo, el consumo privado aumentaría 2,7 por ciento, mientras que la relación inversión/producto sería de 22 por ciento, “algo inferior a la de 2012”.
El PBI, expresado en dólares corrientes, llegaría a 475 mil millones, de acuerdo con las estimaciones de los ejecutivos de finanzas.
El informe del IAEF destacó también la evolución de diversas variables económicas para 2013: se prevé que los depósitos en pesos crecerán un 29,7 por ciento, en mayor medida los colocados a plazo fijo, que aumentarían 31,5 por ciento, en tanto que los efectuados en dólares continuarían descendiendo, pero a un ritmo menor que en el corriente año; la cuenta corriente del balance de pagos alcanzaría un superávit de 2.500 millones de dólares, equivalente al 0,5 por ciento del PBI y se mantendría en niveles similares a los de este año y por debajo del promedio de la última década; la cuenta mercancías (exportaciones menos importaciones) registraría un saldo positivo de 16.600 millones de dólares, con exportaciones e importaciones creciendo 13,2 y 17,2 por ciento, respectivamente, impulsadas por un entorno en el que el comercio internacional crecería alrededor del 6 por ciento en volumen físico y apoyada en el previsible resultado favorable de la cosecha de soja y en la recuperación de Brasil.