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El jefe de defensa Civil y titular de Bomberos Voluntarios de Orán, Manuel Gutiérrez, aseguró ayer en las radios locales que “hay inescrupulosos que están sacando los peces muertos del río Pescado”, y el rumor corrió como estampida por la ciudad norteña.
Eso sucedió el lunes, tras el derrumbe sobre el río, y desde entonces se neutralizó toda la comercialización y consumo de pescados en el departamento.
Sucedió que las lluvias del domingo último provocaron un desproporcionado aumento en el cauce de los ríos a la altura de la junta del Iruya con el Pescado. La crecida provocó el derrumbe de un cerro arcilloso cerca de Los Naranjos.
Las aguas comenzaron a bajar muy turbias, con exceso de lodo y sin el oxígeno necesario para los peces que comenzaron a morir.
Esto ocurrió a 30 kilómetros de Orán, y en las compuestas del Ingenio El Tabacal se acumularon los peces muertos, lugar donde algunos inescrupulosos comenzaron a recogerlos para venderlos.
Por esta situación, hasta ayer fueron muchos los vecinos de Orán que se negaban a comprar pescado.
Las causas
Los obreros que estaban trabajando en el encauzamiento estos últimos días conocen el río mejor que nadie. Dicen que son regulares los desmoronamientos de las laderas de esta zona de precordillera en período estival, pero advierten que en los últimos años comenzaron a hacerse más frecuentes.
Con la colaboración de Gendarmería Nacional, Gutiérrez sobrevoló la zona del fenómeno y dijo que pudieron ver a simple vista algo que ya se viene especulando desde hace un tiempo.
Consideró que la deforestación en la zona es preocupante y descontrolada, por lo que se aventuró a atribuir gran parte de la responsabilidad de los deslizamientos.
“Lamentablemente no podemos hacer nada porque no tenemos ningún tipo de control ambiental en la zona”, concluyó al respecto tras relevar el sector.
Sin desalojo
Con el compromiso de que la Provincia pagará la deuda, el ministro de Seguridad, Eduardo Sylvester, detuvo ayer el desalojo del 911. El Servicio de Emergencia ocupa parte del edificio de Bomberos Voluntarios y debe desde hace más de cinco años. La deuda ascendía a $300 mil y el acuerdo al que se llegó prevé reducirla a $240 mil, que se pagará en 24 cuotas de $10 mil y el alquiler será de $5 mil mensuales.
El ministro firmó un acta comprometiendo al Gobierno a pagar y realizar un contrato de alquiler por otros dos años más. Este acuerdo se firmará hoy en esta Capital entre el Ejecutivo y el jefe de Bomberos Voluntarios, Manuel Gutiérrez.