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Muchos de ellos forman parte de la primera generación, dentro de su cultura, que tuvo que pagar por alimentos. Antes el monte y el río eran sus almacenes. Desde octubre, las familias aborígenes de Salta cuentan con una nueva ayuda social. El Programa Focalizado Aborigen distribuye desde esa fecha un cupo de 10.000 módulos alimentarios entre los padres con chicos mayores de seis meses y menores de seis años.
La medida se enfocará esencialmente en los departamentos Orán, San Martín y Rivadavia, que son los que registran mayor cantidad de comunidades originarias.
La ayuda social se suma a una serie de planes nacionales y provinciales, que no serán afectados ni excluidos.
El Gobierno ya había reemplazado los bolsones federales de alimentos por el valor de los productos a cobra con la tarjeta social. Pero para muchas familias salteñas resulta imposible tramitar esa ayuda, ya que deben desplazarse varios kilómetros para encontrar un cajero automático. Por eso es común ver en varias comunidades aborígenes a madres que cobran el llamado “ticket alimentario” que administra y distribuye cada municipio.
Pero esta asistencia no estará en manos de intendentes, sino que dependerá en gran parte del sistema de Atención Primaria de la Salud (APS), que conforman los agentes sanitarios provinciales. Ellos generarán el padrón de beneficiarios, repartirán los módulos y controlarán la talla y el peso de los niños aborígenes cubiertos por el plan. El esquema es similar al del programa Nutrivida, destinado a quienes corren riesgo social de desnutrición y que tiene un padrón elaborado por los agentes sanitarios.
“Evaluamos que en las comunidades aborígenes el ticket alimentario muchas veces no funcionaba, porque les queda lejos el almacén para canjearlo por productos o porque los almacenes no adhieren a nuestro programa. Por eso pensamos en estos módulos alimentarios destinados exclusivamente y para todas las familias aborígenes que tengan hijos de seis meses a seis años, porque es ahí en donde más impacta la brecha nutricional”, dijo Cristian Saade, secretario Asistencia Crítica, dependiente del ministerio de Derechos Humanos de la Provincia.
El Gobierno de la Nación y la Provincia firmaron un acuerdo por los fondos y la primera entrega se realizó en octubre. Cada módulo tiene un valor aproximado de $170 en mercadería. El Programa Focalizado Aborigen entregará mensualmente 10.000 módulos alimentarios, de los cuales 1560 se destinarán a Santa Victoria Este, lugar donde El Tribuno había registrado inconvenientes en la entrega de tickets alimentarios a chicos con bajo peso.
“Con eso no se jode”
Una agente sanitaria de Santa María, a más de 20 kilómetros del pueblo de Santa Victoria Este, había denunciado que chicos con bajo peso no recibían ticket alimentario desde que la ayuda está en la órbita del municipio.
“Llenamos las solicitudes por los chicos en riesgo que teníamos en nuestra zona, pero no nos dan los cupos para los nuevos casos. Yo tengo chicos desnutridos del 2009 que no reciben el ticket. En total son más de 20, más de 30 también. Hay chicos desnutridos que realmente lo necesitan, pero que todavía no consiguió el cupo de la municipalidad para recibir el ticket”, había dicho.
“Estuve en Santa María, pero no me informaron sobre esa irregularidad. De todas formas seguiremos investigando, porque con la ayuda social no se jode. El municipio todavía cuenta con cupos para entregar tickets a nuevos casos”, dijo por su parte Cristian Saade. “Con la descentralización que llevó adelante el Gobierno quedaron en mano de los municipios la administración y distribución de los planes sociales. Para eso se les implementó un sistema de altas y bajas de los beneficiarios y cupos de acuerdo al padrón que conforman los agentes sanitarios del APS. El municipio debe incorporar en el sistema los datos que surgen del trabajo de APS. Nosotros cruzamos los datos que presentó APS con los del municipio”, agregó el secretario Asistencia Crítica.