La CGT Azopardo y la CTA opositora no son las únicas centrales obreras que buscan que el Gobierno atienda sus reclamos. Ahora la CGT oficialista, que lidera Antonio Caló, espera que el Ejecutivo de Cristina Kirchner resuelva en forma urgente la situación del mínimo no imponible durante el primer trimestre de 2013 y que las asignaciones familiares sean universales.
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La CGT Azopardo y la CTA opositora no son las únicas centrales obreras que buscan que el Gobierno atienda sus reclamos. Ahora la CGT oficialista, que lidera Antonio Caló, espera que el Ejecutivo de Cristina Kirchner resuelva en forma urgente la situación del mínimo no imponible durante el primer trimestre de 2013 y que las asignaciones familiares sean universales.
“Vamos a seguir acompañando el modelo económico y la política industrial de este Gobierno. Dije acompañar, no ser alcahuetes”, sostuvo Caló quien encabezará por la tarde una reunión interna para poner en común las visiones de cada dirigente sobre el paro general del 20 de noviembre.
Es que al parecer hay dos posiciones políticas diferentes dentro de la CGT oficialista: están los más alineados a la Casa Rosada y los que plantean endurecer la postura de los reclamos.
Los dirigentes Roberto Fernández, de la UTA, Omar Viviani, de los taxistas y Horacio Ghilini, docente, creen que el anuncio de hace pocos días sobre el aguinaldo es insuficiente y que el tema del Impuesto a las Ganancias debe resolverse cuanto antes.