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El presidente de Bolivia, Evo Morales, abandonó la clínica privada Los Olivos, ubicada en la ciudad de Cochabamba, donde había sido internado el viernes para un sorpresivo control médico. Según informaron medios oficiales, los especialistas que lo atendieron comunicaron que el mandatario “goza de muy buena salud”.
La hospitalización del presidente de Bolivia no estaba anunciada y obligó a suspender a última hora varios actos oficiales programados para este fin de semana.
Durante su breve ausencia, Morales fue reemplazado por su vicepresidente, Álvaro García Linera, quien expresó que la hospitalización del mandatario fue por exámenes de rutina.
"Su estado de salud es estable, sin alteraciones. Se encuentra muy bien de salud", aseguró su médico personal, Mauricio García, hermano del vicepresidente.
El parte médico habilitó a Morales, de 52 años, a "volver a su rutina", incluidas sus jornadas de trabajo, de hasta 15 horas diarias, y sus frecuentes actividades deportivas.
El mandatario de origen aimara fue examinado por cuatro especialistas que le hicieron controles de presión arterial, electrocardiogramas y análisis de laboratorio.
El médico comentó que fueron los ministros quienes “le obligaron” a Evo a que se haga la revisión médica ya que "es muy trabajador y el cuerpo se cansa ”. García Linera agregó que Evo lleva seis años a este ritmo y que por eso “era importante ese chequeo médico de todo un día”.
El presidente boliviano fue operado en febrero de 2009 para corregir problemas en su tabique nasal, que le habían provocado fuertes dolores de cabeza, en agosto de ese año recibió tratamiento por un aparente contagio de la gripe H1N1 y, en noviembre de 2010, fue sometido a una operación en su rodilla izquierda.