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Con el hallazgo y la vuelta de Anahí, la niña de tan solo 11 años que estuvo desaparecida durante seis días luego de que se fugara de su casa, a su familia le volvió la tranquilidad.
Sin embargo, el extraño episodio abrió nuevas interrogantes, que comenzarán a aclararse hoy por la mañana en la Justicia.
La niña fue hallada el sábado pasado, a las 18, aproximadamente, cuando vagaba por inmediaciones de la manzana 485 del barrio Alto La Viña, en compañía de otro niño de 10 años. Los policías verificaron que estuvo residiendo en un inmueble del barrio Jesús María, junto al dueño de la casa y a su hijo. El propietario es tío de un joven de 19 años, identificado como Cristian Copa, quien según las investigaciones policiales y el testimonio de la misma menor, sería su novio.
Anahí fue revisada por un médico, que determinó que no presentaba lesiones compatibles con una retención por la fuerza, aunque no permitió que revisaran sus partes privadas, para establecer si sufrió un abuso.
Por orden de la asesora de Menores Patricia Gómez, fue devuelta a su madre, mientras que médicos del instituto mental Miguel Ragone establecieron que la niña debía recibir tratamiento psicológico para poder sobreponerse a esta difícil situación y así regresar junto a su familia.
En tanto el juez de Instrucción Formal 1 Martín Pérez, a cargo del caso, determinó que se investigue al tío del supuesto novio, que fue quien le dio alojamiento, y que luego recupere su libertad.
Si bien la menor ya venía recibiendo un tratamiento psicológico desde que fue víctima de un abuso, en noviembre pasado, los nuevos exámenes que le realizaron indicaron que deberá recibir una atención con mayor profundidad. Superar ese episodio traumático y la fuga le demandarán mucho esfuerzo no solo a la pequeña sino también a sus familiares para poder ayudarla.
Fuga y hallazgo
El domingo de la semana pasada, después del almuerzo, la pequeña discutió con su madre, luego de que su progenitora conociera que debía repetir el año en la escuela. La mujer la castigó, la mandó a descansar, y luego se retiró a dormir la siesta. Un ruido extraño la despertó y cuando salió a ver qué era, alcanzó a ver a su hija con una mochila que le había comprado para iniciar las clases.
Junto a una tía de la menor, radicaron la denuncia en la comisaría 2, y además se acercaron a la división de Trata, por temor a que le pudiera llegar a pasar algo a la pequeña.
Una intensa búsqueda en las casas de conocidos de Anahí y en los lugares que solía frecuentar no condujo a ningún lugar, hasta que varias respuestas a través de Facebook, y una llamada al celular de sus parientes, avivaron las esperanzas. Con esos contactos, lograron delimitar el área donde estuvo Anahí.