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La violación ocurrió en agosto, pero la niña se mantuvo callada durante varios meses y no contaba lo ocurrido porque, según la madre, el abusador la tenía amenazada. “Me enteré de lo ocurrido cuando en enero pasado la llevé al hospital porque se le notaba la panza. Allí nos confirmaron el embarazo. Ella comenzó a llorar y me dijo que el vecino, a quien llaman "Bumbo', había abusado de ella. Luego hice la denuncia correspondiente”, recordó.
“La familia de la niña planteaba la posibilidad de que se interrumpa el embarazo, pero debido a que está bastante avanzado es imposible porque correría riesgo su vida. Por otro lado, el Código Penal tampoco lo autoriza ya que dentro de las causales no figuran estas circunstancias, a pesar de ser una menor. Según los médicos, no corre peligro su vida porque el embarazo es normal y tampoco es una persona idiota o demente abusada para poder hacer una interrupción mediante una orden judicial”, dijo el abogado de la familia de la víctima, Raúl Bernardo Saravia.