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La presidenta Cristina Fernández evitó hoy nuevamente hacer referencia al caso Ciccone que, entre sus derivaciones provocó horas atrás la renuncia del Procurador General, Esteban Righi, pero se mostró junto a su vicepresidente Amado Boudou.
Fue durante un acto en la Casa de Gobierno donde anunció medidas de financiamiento para la compra de camiones y remolques.
Por segundo día consecutivo, la jefa del Estado mantuvo silencio sobre la situación en que quedó envuelto su vice por el levantamiento de la quiebra de la ex empresa Ciccone y las acusaciones que éste hizo en su descargo público contra Righi y el titular de la Bolsa de Comercio, Adelmo Gabbi.
Con la clara intención de hacer un gesto hacia los que habían especulado que la ausencia de Boudou ayer en un acto similar significaba el retiro del apoyo presidencial, la mandataria se mostró hoy junto a su compañero de fórmula que no abandonó en ningún momento la sonrisa de su rostro.
En su discurso, la presidenta se refirió sólo al tema de la compra de camiones y sólo dedicó un párrafo a defender el modelo del gobierno.
"A veces nos equivocamos porque hacemos algo porque los que no hacen nada nunca, nunca se equivocan", señaló.
Previo al acto, el titular del SM ATA. Ricardo Pignanelli, uno de los señalados como posible candidato de un sector del oficialismo a suceder a Moyano al frente de la CGT, se enojó porque no lo dejaban entrar por la Explanada de la Casa de Gobierno y se dirigió a su auto para retirarse.
Mientras su colega de la UOM, Antonio Caló, otro postulante al cargo en la central obrera, entraba por la puerta principal de la Rosada sin inconvenientes, una empleada corría a Pignanelli para que regresara.
Tuvo éxito, el titular de SMATA entró en la Casa de Gobierno pero cuando Cristina Fernández ya había comenzado el acto.