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“Un clarísimo gesto de hostilidad”. Así definió el gobierno español la decisión de Cristina Kirchner de intervenir y expropiar el 51% del paquete accionario que tiene la empresa española Repsol en YPF.
A través del ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, el mensaje del gobierno español fue claro y contundente: la medida anunciada por Kirchner es “arbitraria” y “discriminatoria”, y afecta a “millones de pequeños accionistas”.
“Condenamos con absoluta energía la arbitraria decisión de la Argentina de expropiar las acciones. Esta medida arbitraria rompe el clima de cordialidad y amistad que históricamente han tenido las relaciones”, dijo Margallo. En este marco, el ministro de Exteriores sentenció que la respuesta del gobierno “será contundente”.
Desde la petrolera también cuestionaron duramente la medida. Repsol señaló que la decisión del gobierno argentino de expropiar YPF es “manifiestamente ilícita y gravemente discriminatoria”, y que la empresa llevará a cabo todas las acciones legales oportunas. En un comunicado, Repsol añade que se reserva todos los derechos y acciones “conforme al derecho argentino, la normativa de valores de los mercados en que YPF cotiza y el derecho internacional, incluyendo el tratado de protección de inversiones Argentina-España”.
El comunicado de la petrolera no quedó ahí. Además, aseguraron que la decisión del gobierno argentino “viola los más fundamentales principios de seguridad jurídica y de confianza de la comunidad inversora internacional”.
Las réplicas del gobierno español se dan luego de un duro discurso de la Presidenta, donde ratificó la expropiación del 51% del paquete accionario a la empresa Repsol YPF. Los medios españoles interpretaron que la mandataria aludió al rey de España con una sutil pero picante metáfora, al indicar que la producción de la petrolera había bajado su producción como la “trompa de un elefante”. Golpe bajo para los españoles luego de que el rey fuera fuertemente cuestionado por organizaciones ecologistas al conocerse públicamente su actividad “recreativa”: la caza de elefantes.
“El Gobierno argentino ha estado cerrado a cualquier diálogo con el Gobierno español”, criticó Margallo antes de anunciar que el presidente, Mariano Rajoy, aprovechará su viaje a México para “hablar con nuestros aliados en América Latina de una cuestión que por ahora afecta a España, pero amenaza a cualquier inversor extranjero”.
Por su parte, el ministro de Industria y Energía, José Manuel Soria, recordó durante su intervención que otras empresas españolas tienen intereses e inversiones en Argentina, entre ellas de los sectores financiero, telecomunicaciones y energético.