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Pippa Middleton, hermana de Katie, esposa del príncipe Guillermo de Inglaterra, terminó con interrogatorio policial lo que había comenzado como una noche de fiesta, en París. Una real pesadilla.
Según parece, el problema se originó cuando el grupo de jóvenes, entre los que se encontraba Pippa, disfrutaba del fin de semana a bordo de un Audi descapotable y uno de ellos, para gastar una broma, empuñó una pistola que fue captada por el objetivo de un fotógrafo. El reportero no dudo en informar a las autoridades francesas de lo ocurrido.
Después de los sucesos ocurridos en Tolousse y en plena campaña electoral, la Policía gala ha afirmado que no tendrá “piedad” con Pippa Middleton, y recordó que “cualquier persona involucrada en el uso ilegal de un arma de fuego en público es susceptible de detención e interrogatorio”.
La televisión francesa muestra ahora imágenes de la joven en la decadente fiesta del “rey sol” de su amigo Arthur de Soultraid, cuyo hermano Marcy dice ante las cámaras que Pippa es su “pequeña novia”.
Por su parte, periodistas británicos siguieron el rastro del hombre que viajaba en un descapotable con Pippa y que apuntó a los fotógrafos con una pistola de juguete.
Informaciones coincidentes indican que se trata de un abogado parisino de 36 años, al que no se ha podido localizar en su puesto de trabajo, en los Campos Elíseos, ni en su vivienda de París.
En medio de esto, a Pippa poco le puede consolar que su nombre figure en la lista de las 100 personas más influyentes del mundo, según la revista neoyorquina Time. Ella figura junto con su hermana Catalina, pero el comentario de la prestigiosa revista no es elogioso: “El esnobismo es un lujo que gente de toda clase se puede permitir, pero el hombre de a pie en Reino Unido es rápido a la hora de burlase de las personas de movilidad social ascendente”.